Agencias
El lanzador sinaloense recibió seis carreras, luego de casi un mes con salidas victoriosas
El gran mes que el lanzador mexicano Julio Urías tuvo este agosto con los Dodgers de Los Ángeles tuvo un ajetreado final cuando el zurdo recibió seis carreras ante los Medias Rojas de Boston con las que se llevó la derrota este sábado en el Fenway Park, su primera derrota después de casi un mes en la Major League Baseball (MLB).
“Creo que Julio, dada esta serie, creo que tenía muchas ganas de verla y aprovechar su impulso”, dijo el manager Dave Roberts. “Y por la forma en que empezó y terminó, creo que está bastante frustrado y con razón. Es un buen ambiente. Pero en lo que (a nosotros respecta), estaremos listos para seguir mañana”.
Las aperturas de Urías tomarán mayor significado en el próximo y último mes de la temporada pues el zurdo de Culiacán es parte fundamental de la rotación de los Dodgers que esperan tener mucha actividad en la postemporada.
En sus cuatro aperturas anteriores en agosto, Urías tuvo marca de 4-0 con efectividad de 1.44, demostrando, una vez más, el tipo de lanzador que puede ser cuando tiene todo su repertorio trabajando.
A lo largo de cinco entradas el sábado, “El Culichi” volvió a demostrarlo, permitiendo dos carreras con un par de jonrones solitarios, pero ponchando a ocho y manteniendo desequilibrados a la mayoría de los bateadores.
Pero en la sexta entrada, la cosa cambió. El exjugador de los Dodgers, Justin Turner, inició la entrada con un doble, seguido de un sencillo de Rob Refsnyder. Luego de que Urías ganara una larga batalla y ponchara al astro Rafael Devers, el zurdo mexicano empezó a ver un camino para salir del apuro.
Urías se puso arriba 0-2 ante Adam Duvall, pero dejó un cutter alrededor del plato y el jardinero de Medias Rojas lo puso encima del Monstruo Verde en el jardín izquierdo. Eso le dio a los Medias Rojas una ventaja de 5-4, una ventaja que no abandonarían durante el resto de la tarde.
“Esas son cosas que pasan en el béisbol”, dijo Urías en español. “JT me conectó el doblete y siento que eso les dio la posibilidad de cambiar el juego. Me sentí bien en el juego. Es béisbol. Eso pasa y, simplemente, duele. Duele, pero bueno, en cinco días, seis, hay que volver y lanzar mejor”.