En el Día Nacional de Donación de Órganos y Tejidos; Se reconoció a 14 familias en la explanada del antiguo Hospital General del Estado, en donde se cuenta con el Jardín de la Vida, en honor de cada donante
Ivanova de los Reyes
Como parte de las actividades del Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos, se celebró el Mérito Altruista a 14 familias donantes en la explanada del antiguo Hospital General del Estado.
Jorge Rubén Bejar Cornejo, director del Hospital General de Especialidades del Estado, resaltó que en el calendario de actividades, festividades y conmemoraciones que se llevan a cabo en el hospital, no existe una fecha con un sentido más estremecedor y conmovedor, que invite a la reflexión, que el mérito altruista a las familias donantes.
Con una donación de órganos ayudaron a salvar hasta ocho personas y mejoraron la calidad de vida de más de 90.
Manifestó que en el hospital día a día suceden milagros, pero nada más especial que los acerque al milagro de la vida, al misterio de la muerte, y a la promesa de resurrección que el trasplante de órganos.
“Nos encontramos aquí bajo el mismo cielo que cobijo a sus seres queridos, sintiendo el cálido abrazo que ellos nos brindaron y que ahora, a través de su memoria, de su recuerdo, nos envuelve a todos nosotros. Estamos aquí para expresar a ustedes, familiares de donadores un agradecimiento que trasciende palabras, porque en su profundo dolor, mostraron un valor y entereza inquebrantables al respetar la voluntad de su ser amado, iluminando la oscuridad en medio de la desesperanza”, puntualizó.
Solemos llamar héroe al donador y lo es, enfatizó Bejar Cornejo, sin embargo, tal heroísmo es mayor en la familia de los donantes, porque con su generosidad y respeto iluminaron las sombras más profundas y brindaron esperanza.
“Cada donante nos ha dejado una huella indeleble, recordándonos que, incluso en la ausencia y en la pérdida, florece la posibilidad de una nueva vida. Hoy recordamos con inmensa ternura y gratitud a cada uno de ellos, sus familias al transitar por el profundo y oscuro valle de las sombras, han transformado el dolor en esperanza para que alguien, hoy pueda ser, amar y vivir”, expresó.
Mencionó que el Jardín de la Vida, cuyos árboles representan a un donador, ha germinado en milagros, y por ello, expresó su gratitud, respeto y profunda admiración siempre.
Giovanni Ciscomani Dávila, beneficiario de un trasplante de hígado, agradeció a las familias de los donadores, que, sin ellos, no hubiera sido posible dar vida y mejorar su calidad de vida a quienes necesitaban un trasplante de órganos.
“Yo tenía una esperanza de vida del seis por ciento en tres meses, yo llegué el hospital pensando que estaba deshidratado, anémico, con retención de líquidos, y ahí estuve cuatro meses, y gracias a Dios y a la decisión que ustedes tomaron, pude ver a mis hijos graduarse de la Universidad y a mi hija de 10 años, hacer su comunión, y estar con ellos y verlos crecer”, expresó.
