La Revolución Mexicana tuvo tres momentos históricos

La Revolución Mexicana tuvo tres momentos históricos

Para el historiador Gustavo Lorenzana Durán; Las nuevas generaciones desconocen la participación de los intelectuales que promovieron el Partido Antireeleccionista

 

Redacción Entorno Informativo

 

La Revolución Mexicana, la que se conmemora el 20 de noviembre, se compone de tres revoluciones, tres momentos históricos revolucionarios promovidos por Francisco I. Madero, Venustiano Carranza y Emiliano Zapata, expresó Gustavo Lorenzana Durán al hablar de esta fecha que, considera, las nuevas generaciones desconocen.

El docente del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora se refirió a los intelectuales de la Revolución Mexicana, con motivo del 113 aniversario del suceso que actualmente sólo se asocia a un día de asueto.

El también investigador dijo que en este hecho histórico hubo personajes intelectuales que tomaron parte, pero no de manera directa en los combates, sino desde una posición política, ubicando, en ese contexto, los nombres de Luis Cabrera, Alfonso Cravioto, Alberto J, Pani, Jesús Urueta y José Vasconcelos.

“Ellos fueron opositores al gobierno de Porfirio Díaz y coincidieron con los planteamientos de la democracia de Francisco I. Madero y participaron en mayor o menor medida en la construcción del Partido Antirreeleccionista, esperando que la disputa por el poder se diera en el ámbito electoral y no necesariamente en las armas.

“De alguna manera, ellos eran la expresión de lo que en otras partes del mundo han asumido los intelectuales que pueden estar a favor del cambio, pero no necesariamente con el cambio violento o con el uso de las armas”, explicó y dijo que esta idea continúa hasta nuestros días, 113 años después, en el discurso presidencial.

El académico consideró que los intelectuales de la Revolución Mexicana se mantuvieron al margen de los movimientos armados y utilizaron los periódicos donde divulgaban sus ideas cuestionando el gobierno de Díaz, alentando a la vez la campaña de Madero y, reforzando la opinión de buscar los cambios en el ámbito de la política.

Después, dijo, tenemos la Revolución Constitucionalista, que se levanta contra Victoriano Huerta y ya con el triunfo comienzan a trabajar sobre estas cuestiones, retoman ese planteamiento del reparto de las tierras que quedó plasmado en la Ley del 6 de junio de 1915.

“Por eso, cuando hablamos de la Revolución Mexicana tenemos que tener siempre presente que estamos aglutinando la Revolución Maderista, la Revolución Zapatista y la Revolución Carrancista -Constitucionalista, aunque la historiografía construyó la Revolución Mexicana en un solo bloque, como si hubiera sido un solo proceso. Son momentos diferentes y cada uno de ellos tuvo propósitos específicos”, añadió.

Gustavo Lorenzana precisó que la ideología de estos personajes, con ideas liberales, se plasmaron directamente en los acuerdos y en la Constitución y todavía prevalecen como esencia de los mandatos legales en el país.

“El día de hoy se habla precisamente de una sociedad dividida en dos: liberales y conservadores. El presidente se ha asumido como un liberal frente a los conservadores, entonces, bajo esa idea, seguimos en la misma posición que prevalecía en la segunda mitad del siglo XIX y, desde luego, en nuestra Constitución”, comentó al recordar que el tema del reparto agrario terminó en la reforma constitucional que hizo el expresidente Carlos Salinas de Gortari.

Lorenzana Durán argumentó que durante el siglo 20 y el siglo 21, en el que estamos estacionados, están también los intelectuales liberales que están a favor de la reforma, de reformar lo que no funciona.

“En lo que va del siglo 21 hemos estado llenos de reformas: reformas a la Constitución, pero se mantiene el mismo sistema económico, político y social, y entonces tenemos la otra posición en el discurso que ha sido invisibilización para las ideas comunistas-socialistas, a pesar de que en el discurso presidencial se utiliza de manera excesiva la palabra transformación, palabra que enarbolan los socialistas y los comunistas.

“O sea, la palabra transformación nos oculta el sentido del socialismo y comunismo que está detrás de las acciones de los intelectuales o las políticas del gobierno y la transformación, tiene que ver con la bandera socialista y comunista con el propósito de modificar, cambiar el sistema económico, político y social vigente por la vía de las armas, con el uso de la violencia, no pacífica, y tenemos el caso de España donde gobierna el Partido Obrero Socialista Español con una estructura capitalista, situación que puede llegar a suceder aquí, es más, como ya está sucediendo desde hace décadas”, afirmó.

Por ello, recordó que el movimiento revolucionario se dio porque Díaz no quiso reconocer su derrota y no quedó otra que recurrir a las armas, pero si hubiera aceptado, no se hubiera dado el proceso y entonces, tendríamos que reescribir la historia.

 

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