Hablando Franco

Hablando Franco

Judith Franco Ainza

 

Tras fin de huelga, estudiantes piden clases híbridas… antes no quisieron

 

Es improbable que el estudiantado de la Universidad de Sonora pierda el semestre tras la huelga de los trabajadores manuales y administrativos, que se prolongó por un mes, ya que la mayoría de las actividades estaban a unos días de concluir y algunos docentes hasta adelantaron clases previendo la paralización.

Sin embargo, llama mi atención que hace una semana, cuando Rectoría llamó a académicos y estudiantes a retomar clases en línea, ambas partes la rechazaron “porque no todos tenían condiciones técnicas para ello”.

Obviamente el argumento es increíble cuando sabemos que a nadie le falta un teléfono celular y hay quien tiene más de un dispositivo, prueba de ello es que, ahora, los estudiantes piden retomar clases de manera híbrida.

El argumento es que muchos estudiantes regresaron a sus lugares de origen debido a lo prolongado de la huelga y se les complica regresar, mientras que otros por cuestiones de trabajo, también tienen dificultades para clases presenciales y piden las clases en línea.

Y aunque lo importante es recuperar el tiempo y culminar el semestre, la solicitud de los estudiantes denota que, o fueron manipulados para complicar el panorama de por sí complicado durante la paralización.

Por cierto, tras el levantamiento de la huelga, en la que se exhibió la cerrazón de las partes involucradas, el sector empresarial propuso que, para la próxima revisión contractual, que tocará en 2025 a los Académicos, empiecen a dialogar desde principios del ciclo escolar en búsqueda de acuerdos, para no dejar la negociación hasta el final.

Asimismo, los empresarios, tras lamentar lo prolongado de la huelga y las afectaciones que tuvo en el ámbito para atraer inversiones, urgieron a los sindicatos a realización “peticiones realistas”, porque la solicitud de los trabajadores manuales de la Unison, de pedir un 100 por ciento de aumento era por demás descabellada.

Y no se trata si la merecen o no, se trata de que ninguna institución está en condiciones de realizar esa erogación, menos en una situación tan complicada como la que están viviendo las universidades públicas, que han enfrentado enormes recortes presupuestales, al igual que el sector salud.

 

Urge atender carencias de ambulancias y bomberas en localidades rurales

 

Lamentable la situación en que se encuentran localidades rurales como es el caso de San Pedro de la Cueva, en donde ante la falta de una unidad de bomberos, un incendio arrasó con un supermercado que abastecía a la población y localidades circunvecinas de alimentos y productos básicos.

El fuerte incendio fue combatido por horas por apagafuegos de Ures, sin embargo, debido a que las llamas ya habían involucrado todo el edificio para cuando llegaron, tomando en cuenta la lejanía entre ambas poblaciones, no pudieron salvar mercancía.

Por suerte no hubo personas lesionadas tras el fuerte siniestro en el que laboraron por tres horas para sofocarlo y evitar la reactivación del mismo, ya que tuvieron que realizar labores de remoción de escombros.

Y es increíble que en pleno siglo 21 haya localidades con estas carencias tan elementales como es la falta de unidades extintoras de incendios o incluso de ambulancias, lo que pone en riesgo la vida de quienes habitan en las mismas.

Tristemente incluso en Hermosillo, han ocurrido tragedias por falta de ambulancias, como ocurrió recientemente en Bahía de Kino, donde un buzo falleció por falta de una ambulancia que lo trasladara a un nosocomio a esta capital, por lo que ojalá que las autoridades se pongan las pilas y solucionen esas carencias básicas que ponen en riesgo vidas y patrimonio.

 

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