Hablando Franco

Hablando Franco

Judith Franco Ainza

 

Urgen acciones contundentes contra violencia familiar

 

A diario en los reportes de las autoridades policiacas, tanto municipales como estatales, se da cuenta de casos de violencia familiar en Hermosillo, así como en otros municipios.

Anteriormente, la mayoría de los casos estaban relacionados con golpizas que propinaba el esposo o pareja a la mujer, lamentablemente en los últimos daños, la escalada de violencia se ha generalizado y las víctimas son madres y padres de familia, así como abuelas y abuelos.

Los agresores son desde menores, hasta septuagenarios, aunque el promedio de los golpeadores se ubica entre los 30 y 50 años de edad.

Las autoridades municipales tienen ubicados polígonos o colonias con mayores casos de violencia familiar y se hacen llamados para reportar los casos.

Pero lo que nos falta es prevenir o evitar este tipo de situaciones que vulneran no solo a quien recibe los golpes o malos tratos, sino a quienes son testigos mudos de estos hechos y por temor no los reportan.

Muchas mujeres soportan los golpes de la pareja porque son dependientes económicamente, porque no tienen a dónde ir o porque la violencia se convierte en un círculo vicioso del que es difícil escapar, y de eso hay innumerables estudios.

Lo peor que los menores que son testigos y víctimas de este entorno tenderán a repetirlo en su vida adulta.

Por ello urgen acciones más contundentes y sobre todo sanciones para fuertes en contra de los violentadores, además de refugios y centros de acogida que brinden auxilio a las familias para que tengan oportunidad de romper el ciclo de la violencia y que las medidas no solo se circunscriban a pláticas y entrega de volantes.

 

Ismael “El Mayo” Zambada empieza a “soltar la lengua”

 

A poco más de dos semanas de su arresto, el narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, ya empezó a soltar la sopa y primero que nada dijo que no se entregó al gobierno estadounidense y que fue llevado a la fuerza por Joaquín Guzmán López, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Además, en una carta que su abogado dio a conocer el sábado, indicó que fue secuestrado en Culiacán, a donde viajó ya que se reuniría con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y con el diputado electo Héctor Melesio Cuén Ojeda, a fin de que resolvieran sus diferencias políticas.

Además, acusó que Cuén Ojeda fue asesinado en el sitio donde él fue secuestrado y no en un intento de asalto como informaron las autoridades sinaloenses.

Naturalmente que el gobernador sinaloense, desmintió los señalamientos y además, fue respaldado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta virtual, Claudia Sheinbaum, quienes justamente el sábado, realizaron un recorrido por ese estado.

Dicen que las cosas se toman de quienes vienen y también se dice que quien acusa tiene que probar, aunque también siempre se ha hablado de la relación que tienen los grandes capos con los gobiernos en turno.

Esto se sabe desde los tiempos de Rafael Caro Quintero, quien tenía una relación sentimental con la hija del gobernador de Jalisco, hasta mandatarios latinoamericanos que han caído por sus nexos con la delincuencia, por lo que bien harían las autoridades mexicanas en no echar en saco roto los señalamientos y ampliar sus investigaciones.

Por lo pronto, el señalamiento directo ahí está y dicen que la ceniza, aunque no mancha, tizna.

 

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