EDITORIAL

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Faltan dos semanas para la transición en el Congreso de la Unión y conforme avanzan los días se consolida más el paquete de reformas presentado por Andrés Manuel López Obrador.

En lo que respecta a representantes de este distrito, desde la campaña Ramón Flores, hoy diputado federal electo, refrendó total apoyo a las iniciativas del presidente empezando por los cambios en el poder judicial donde se promueve elección abierta de magistrados con foros ciudadanos en todo el país y una intención clara de quitarle poder a jueces federales como lo ha planteado la Cuarta Transformación en pugna con la Suprema Corte.

En ese sentido, la abrumadora mayoría en las cámaras es de Morena y partidos aliados, todos han dado su voto de confianza a AMLO y es comprensible porque por él han ganado espacios en el Congreso y en el ejecutivo, faltaría definir la postura de la oposición que, aunque pequeña, importa para definir leyes y reformas.

Al parecer, una parte del PRI, PAN y PRD estaría apoyando al partido en el poder, no así la fracción de Movimiento Ciudadano ni un grupo de legisladores encabezados por Manlio Fabio Beltrones, eso hasta hoy que no se ha instalado la nueva legislatura.

Aun así, los votos de respaldo al presidente son más así que tanto la reforma judicial, la electoral y toda la serie de cambios promovido desde hace meses van a prosperar antes del relevo en el gobierno federal.

Pero no por eso debe echarse en saco roto el movimiento de Beltrones en la cámara de senadores pues llega con legitimidad, separado de la dirigencia del PRI, libre en su toma de decisiones y dispuesto a sumar y a aprovechar todas las fricciones en los partidos para hacerse más fuerte.

Lo importante es que cada representante en el Congreso sepa trabajar por la gente y que no sólo apoyen lo que dictan desde la presidencia de la República o sus partidos, sino que promuevan sus propias iniciativas para atender las necesidades prioritarias del pueblo.

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