EDITORIAL

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La semana pasada Claudia Sheinbaum Pardo recibió la constancia de mayoría que la valida como presidenta de la República electa.

En el evento se hizo acompañar de su equipo cercano y entre los invitados estuvo Alfonso Durazo Montaño, quien junto con otros gobernadores acudió a la Ciudad de México a apoyar a la futura autoridad nacional.

La presencia del jefe del Ejecutivo sonorense va más allá de un acto protocolario, es el respaldo de una figura que ha acompañado a Andrés Manuel López Obrador en su etapa previa al triunfo del 2018 y que desde entonces fue parte de un movimiento fuerte en el que prevalece la lealtad a los principios de la cuarta transformación.

Mucho se ha dicho sobre la relación de Sheinbaum y Durazo, la realidad es que las coincidencias son grandes en lo más importante que es el proyecto de gobierno y la misma presidenta lo ha dicho, para empezar, seguirá el proyecto de modernización del puerto de Guaymas, también va a haber continuidad en el plan Sonora, el plan de justicia yaqui, el seri y en todas las obras que están en proceso.

Eso es lo fundamental para fortalecer las relaciones del gobierno federal y estatal, es lo que le interesa al pueblo, lo demás es política y cuando existe un partido tan fuerte y ganador como Morena, las diferencias que pudiera haber se resuelven en el camino.

Un camino que apenas se va a comenzar a trazar en el nuevo sexenio y en el que Alfonso Durazo estará presente y cerca como gobernador, impulsor de acciones que han sido nejemplo a nivel nacional y como estratega en materia de seguridad y economía tal cual lo ha hecho saber el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así, el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum tiene un panorama optimista para la entidad en la que se esperan recursos, obras y acciones para tener mejor desarrollo y vida de calidad como la merecen los sonorenses.

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