En vísperas de la discusión sobre la reforma constitucional del Poder Judicial, Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta electa, se pronunció sobre las críticas que ha enfrentado el proyecto en la Cámara de Senadores y otros organismos de justicia. Sheinbaum expresó su confianza en que la propuesta “es lo mejor para el país”.
Antes de llegar a su casa de transición en la alcaldía Iztapalapa, Sheinbaum habló con los medios de comunicación, mostrando tranquilidad respecto a la discusión y votación de la iniciativa de López Obrador en el Senado. Negó que los jueces que ordenaron suspender su discusión puedan detener el proceso.
“No hay posibilidad de echar para atrás la reforma, esa fue la decisión del pueblo de México. Además, nadie tiene por qué preocuparse. El que los jueces, magistrados y ministros sean electos por el pueblo de México es mejor para México. Eso significa más democracia, más independencia del Poder Judicial, pero, además, como lo he explicado, la manera en que se van a elegir para ser votados (…) es a través de una convocatoria amplia. Entonces es lo mejor que puede pasarle al país”, declaró Sheinbaum.
Previo al inicio de la discusión en el Pleno del Senado, algunos legisladores de oposición manifestaron su intención de votar en contra de la iniciativa que busca que jueces, magistrados y ministros sean electos por sufragio. Además, tres jueces ordenaron la suspensión del proceso legislativo, una de ellas de manera definitiva.
Sheinbaum cuestionó el papel de estos jueces para “echar para atrás la voluntad del pueblo de México” y su capacidad de interferir en las labores del Congreso. “¿Cómo unas cuántas personas pueden echar para atrás la voluntad del pueblo de México? la votación del 2 de junio. No es legal. (La jueza que dictó la suspensión definitiva) no tiene ningún sustento (…) Además, el único que tiene la atribución para cambiar la Constitución es el Constituyente, que en nuestro país son las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, Senadores y las mayorías que corresponden en los Congresos locales”, reiteró.
Para que la reforma sea aprobada, se requiere el voto a favor de dos terceras partes del Senado, es decir, 86 legisladores. Actualmente, Morena y sus aliados, el PT y PVEM, cuentan con el apoyo de 85 miembros de la Cámara Alta, por lo que necesitan un voto adicional para asegurar el respaldo del proyecto. Sheinbaum se mostró confiada en que los legisladores afines a su propuesta conseguirán la mayoría calificada necesaria.
“Tengo entendido que ellos ya están decidiendo cómo es que van a resolver. Ahí los dejo. Tienen que definirlo ahí los senadores”, afirmó.
Poco antes de estas declaraciones, el bloque opositor en el Senado aseguró tener el compromiso de 43 legisladores para votar en contra del proyecto, cuya discusión podría comenzar el martes 10 de septiembre de 2024. Si esta declaración resulta cierta, la iniciativa podría ser frenada.