Editorial

Editorial

Una de las reformas más polémicas propuestas por Andrés Manuel López Obrador tienen que ver con el término propiedad privada.

Mucho se ha dicho en torno a violación de derechos y múltiples versiones en contra de la iniciativa que se votará en los próximos días y en ese sentido vale la pena señalar que, desde el 22 de mayo, el Gobierno de México hizo aclaraciones y contrarrestó las críticas al lamentar que la ciudadanía tenga en mente que el presidente Andrés Manuel López Obrador busque que, a través de una reforma se expropie la propiedad privada como se ha presumido.

Se ha precisado que el fundador de Movimiento Regeneración Nacional no pretende reformar el Artículo 138 de la Constitución Mexicana ya que ésta cuenta solo con 136 artículos vigentes.

Incluso a través de las conferencias mañaneras se mencionó que se ha desmentido un total de ocho veces pero a pesar de ello, se sigue creyendo que, aquellos que poseen un bien inmueble, el cual se pone en renta, con dicha reforma se obliga a los propietarios a cederla a través de un nuevo documento a quienes fungen como arrendatarios para con ello convertirse en los nuevos dueños.

En su más reciente pronunciamiento sobre el tema, el presidente dijo que los grupos conservadores son los que están detrás de esta campaña de desinformación, misma que a su vez ha sido replicada por algunos medios de comunicación que afirman que Morena quiere ser el propietario de todo y con ello, dichos datos llegan hasta la ciudadanía que realmente termina creyendo en que los bienes inmuebles sí serán quitados después de un tiempo por las autoridades federales tras avalarse la reforma al artículo que, de nueva cuenta, se recuerda no existe.

En realidad, lo que se propuso es que los trabajadores que coticen para el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado o Infonavit no solo tengan la opción de tener créditos a la vivienda, sino que además se construyan viviendas dignas para que esos inmuebles sean arrendados.

Cabe destacar que las rentas serían a precios justos con base a los salarios y los mismos trabajadores, después de un año de prestar sus servicios, podrían tener la oportunidad de rentar una de las casas que serían construidas con este fin.

Tras un lapso de 10 años, el trabajador contará con la opción de comprar dicho inmueble, dando pie a que se deje pagar la renta y en su lugar, se pague el valor por la misma permitiendo así que se tenga un lugar propio.

Esto no involucra a las personas que renten sus casas o departamentos, ya que solo implicaría a los inmuebles que las autoridades federales construyan con el propósito antes referido.

Ahora es cuestión que los y las legisladores tomen acuerdos para que prosperen las reformas o se deseche y que se termine de una vez con la especulación en torno a la propiedad privada.

Share