El Piyi fue capturado el jueves 19 de septiembre en Culiacán, Sinaloa, durante un operativo conjunto entre el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. En el despliegue participaron más de 25 camionetas blindadas, unos cincuenta agentes y un helicóptero Black Hawk.
Fuentes federales indicaron que El Piyi había mantenido un perfil bajo, lo que complicaba su identificación plena. Sin embargo, su reciente notoriedad, en parte por los narcocorridos en los que ha sido mencionado, lo puso en la mira de las autoridades.
El sicario alcanzó cierta fama al conocerse que estuvo involucrado en los dos ‘culiacanazos’, operativos relacionados con la captura de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Mario Alexander comenzó su carrera criminal bajo la tutela de El Nini y, tras su arresto, quedó bajo el mando de Jorge Humberto Figueroa, alias La Perris o El 27, otro de los jefes de sicarios de Los Chapitos. Su tarea principal era proteger una entrada clave hacia Culiacán de los ataques de la facción liderada por El Mayito Flaco, hijo del mítico narcotraficante Ismael El Mayo Zambada.
El Piyi, de 1.75 metros de estatura según datos oficiales, fue también mencionado en un narcocorrido interpretado por Luis R. Conríquez y Tito Doble P. La canción, que describe su lealtad a Los Guzmán, parecía un augurio de su destino: “De jueves a jueves brindamos apoyo, no nos hacen ni cosquillas soy El Piyi y ando pilas”. Curiosamente, El Piyi fue arrestado precisamente un jueves.
Su detención ocurrió en una residencia ubicada en la colonia Santa Fe, en Culiacán, tras la operación conjunta de las fuerzas federales.