El subgénero musical genera efectos negativos entre las futuras generaciones, por lo que es momento de reflexionar sobre el impacto social que promueve la violencia e idealiza a criminales
Redacción Entorno Informativo
Los corridos tumbados no son solo música, sino una narrativa que afecta a la sociedad, por lo que es responsabilidad de todos, desde autoridades, industria musical, medios de comunicación y ciudadanos, trabajar en conjunto para ofrecer alternativas que fomenten una cultura de respeto, legalidad y paz.
A través de un comunicado, los comités Ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo, exhortaron a trabajar juntos para contrarrestar los efectos negativos que esta música tiene en las comunidades y futuras generaciones, por lo que es urgente abrir espacio de reflexión sobre el impacto de este subgénero.
En el documento se explica que este subgénero musical combina elementos de la música regional mexicana con influencias del rap y el trap, ha ganado gran popularidad tanto en México como a nivel internacional, sin embargo, sus letras, que glorifican el narcotráfico, el consumo de drogas y la violencia, han suscitado un debate necesario sobre su influencia.
Precisa que diversos estudios han examinado los efectos de las canciones que glorifican la violencia y el narcotráfico, como los narcocorridos, en países como México y han encontrado que normaliza la violencia, además de la identificación con figuras del narcotráfico, ya que algunos oyentes pueden idealizar a los personajes de las canciones.
Agrega que además en el comportamiento juvenil se ha vinculado la exposición a estos contenidos con una mayor tolerancia hacia la violencia, el machismo y el crimen; además generan una distorsión de la realidad, ya que se ofrece una visión idealizada y heroica de la vida criminal, lo que ha ocasionado que algunos gobiernos limiten su difusión con las consiguientes discusiones sobre la libertad de expresión y censura.
Por ello proponen impulsar programas en escuelas que sensibilicen a los jóvenes sobre los riesgos del narcotráfico y la violencia; expandir la regulación de contenido violento en medios y plataformas digitales, sin comprometer la libertad de expresión; fomentar alternativas culturas, mediante el apoyo a artistas a músicos que transmitan mensajes positivos.
Asimismo, llaman a etiquetar y restringir el contenido que promueva la violencia en servicios de streaming, así como crear espacios para que los jóvenes participen en actividades culturales que promuevan valores de paz y legalidad.
Además, instan a fortalecer la investigación sobre los efectos de ese tipo de música en niños y jóvenes; implementar campañas educativas en escuelas y comunidades para promover un consumo crítico de medios y fomentar valores como la paz y la justicia, así como promover una responsabilidad compartida entre la industria musical, medios de comunicación, familias e instituciones educativas.