El caso que involucra a Sean Combs, también conocido como Puff Diddy, uno de los más influyentes artistas y empresarios del rap en Estados Unidos, ha generado conmoción por las graves acusaciones en su contra. La investigación, que abarca abuso sexual, tráfico de drogas y proxenetismo, ha destapado una oscura red de presuntos crímenes cometidos a lo largo de años, y que podrían implicar a otras celebridades y figuras del entretenimiento.
Las acusaciones contra Combs incluyen delitos como conspiración para cometer crimen organizado, tráfico sexual bajo coerción y trata de personas para la prostitución. Estos cargos conllevan severas penas, entre ellas cadena perpetua y un mínimo de 15 años de prisión para algunos de los delitos mencionados.
Las infames “Freak Off Parties”
Uno de los aspectos más inquietantes de la investigación gira en torno a las llamadas “Freak Off Parties”, eventos exclusivos organizados por el rapero donde el consumo excesivo de drogas y prácticas sexuales extremas eran frecuentes. Estas fiestas, a las que asistían destacadas personalidades del mundo del espectáculo, han sido objeto de investigación, con videos grabados por el propio Combs que están siendo usados por las autoridades para probar los crímenes.
Según declaraciones del FBI, “los episodios de excitación sexual a veces duraban días”, involucrando a varias trabajadoras sexuales y a narcóticos como ketamina, éxtasis y GHB, que Combs suministraba a las víctimas para mantenerlas controladas. Khloe Kardashian, en un episodio de la docuserie de su familia, mencionó que en una de esas fiestas, “la mitad de la gente estaba desnuda”, lo que ha generado aún más atención mediática.
El New York Post ha sugerido que, además de varias celebridades, el Príncipe Harry de Inglaterra podría haber estado relacionado con estos eventos, lo que añade un matiz internacional al caso.
De las “White Parties” a las “Freak Off Parties”
El origen de estas polémicas fiestas se remonta a finales de los años 90, cuando Combs organizaba las “White Parties”, eventos que se realizaban durante el Labor Day, donde los asistentes debían vestir de blanco. Famosos como Leonardo DiCaprio, Paris Hilton, Ashton Kutcher y Jay Z estuvieron entre los invitados a estas exclusivas reuniones.
Secretismo y coacciones
A lo largo de la investigación, ha salido a la luz que estas fiestas no solo eran eventos de excesos, sino que estaban rodeadas de un ambiente de control y manipulación. Se ha revelado que Combs instalaba cámaras ocultas en estos encuentros y, supuestamente, utilizaba las grabaciones para chantajear a los asistentes, según fuentes cercanas a la investigación.
El caso continúa en desarrollo y promete destapar aún más detalles sobre las turbias actividades en las que, presuntamente, el rapero estuvo involucrado por años.