Grietas en ejido Cruz Gálvez no son peligrosas; Determina estudio de geólogos de la Unison

Grietas en ejido Cruz Gálvez no son peligrosas; Determina estudio de geólogos de la Unison

Se trata de la fracturación de la parte superior de la superficie ya que hace millones de años había una laguna y ante la sequía se registró el fenómeno, indicaron especialistas

 

Redacción Entorno Informativo

La aparición de grietas en el suelo en el Ejido Cruz Gálvez de la Costa de Hermosillo, no representa peligrosidad para los pobladores de la zona al ser una fractura en la parte superior de la superficie, el cual está sobre una antigua laguna donde se depositó un gran espesor de sedimentos de lodo y arcilla hace más de cinco millones de años.

José Ismael Minjárez Sosa, titular de la jefatura del Departamento de Geología de la Universidad de Sonora, dijo que, a partir de la difusión sobre la aparición de grietas en el suelo de la Costa de Hermosillo, personal de este Departamento se enfocó en realizar un estudio para establecer su origen y la posible peligrosidad para la población y la fauna.

Señaló que después de una recopilación minuciosa de información, se observó que no es un fenómeno nuevo y las grietas donde hubo ganado bovino atrapado tenían varios años de estar activas.

Para descartar un nivel de peligrosidad en la población por un posible origen tectónico debido a alguna falla, explicó que se hizo una compilación de información de las bases que tiene la Universidad Nacional Autónoma de México, el Servicio Sismológico Nacional y Servicio Geológico de los Estados Unidos, dando como resultado pocos movimientos y de baja magnitud en la región y ninguno relacionado al sitio.

También se aplicaron diversos análisis con el método de fotogrametría con dron para verificar la distribución precisa del terreno y eliminar la posibilidad que las grietas hubieran sido producto del sobre bombeo de los mantos acuíferos de la Costa de Hermosillo o que debajo de esa zona hubiera cavernas colapsadas.

Posteriormente, se utilizó el método de gravimetría que permitió ubicar las zonas donde hay hundimiento o irregularidades en el terreno; además, se hizo el método de Interferometría de Radar de Satélite, el cual permitió ver si existen movimientos pequeños de la superficie, en este caso abarcó cinco años, y se detectó que hubo un desplazamiento pequeño de superficie clasificado como hundimiento.

Después, se implementó el método de Tomografía Eléctrica Resistiva para interpretar los materiales que se tenían debajo de la superficie y a partir de todos los estudios se pudo llegar a la conclusión que en el sitio originalmente había una vieja laguna hace cinco millones de años y que fue depósito de gran cantidad de materiales finos y actualmente cuenta con un gran espesor de arcilla y encima una pequeña capa de arena, indicó.

“La arcilla tiene la propiedad de absorber el agua, pero no transmitirla, también una vez que sea sujeto a temperaturas altas pierde el agua por evaporación y termina fracturando la tierra. Al hacer un análisis de lluvias en la región en los últimos cuatro años se vive una sequía histórica que no se registraba en los últimos 50 años.

“La zona sufrió un período de sequías y lluvias moderadas y la arcilla por la húmedas se hincha y al reducir el tamaño se presenta las fracturas. Las primeras líneas sirven de canal para la circulación del agua de la lluvia y la erosión hace que la grietas se amplíen y crezcan menos de 2.5 metros”, detalló.

De acuerdo a la clasificación de Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) se trataría de una fractura hidráulica. El fenómeno es de trascendencia local, no se espera que sus efectos se extiendan más allá de la zona donde se ha manifestado, por lo tanto, se recomienda tomar medidas de protección en el sitio para la fauna y las personas, tales como señalizaciones y, en lo posible, la instalación de barreras para evitar accidentes, subrayó el profesor universitario.

El equipo de trabajo que lideró Minjárez Sosa estuvo integrado por Elia María Tapia Villaseñor, Javier Valencia Sauceda, Lucía Valenzuela Gastélum y Lizeth López Arriola, docentes de la Universidad de Sonora, así como Alberto Villa Terán, por parte de Protección Civil Sonora.

Por su parte, Armando Castañeda Sánchez, coordinador Estatal de Protección Civil, expresó que la dependencia a su cargo participó, en general, durante el estudio de monitoreo y también se dio a la tarea de informar a la población sobre los resultados obtenidos en las investigaciones con el propósito de brindar tranquilidad a los habitantes de la zona afectada.

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