Este domingo, colectivos y simpatizantes de la causa cannábica tomaron las calles de la Ciudad de México en una movilización que conmemora el Día Internacional de la Marihuana, con el objetivo de reclamar un marco normativo que deje atrás la criminalización del consumo y garantice seguridad a quienes la utilizan, ya sea con fines recreativos o medicinales.
Organizaciones como Hijas del Cannabis encabezaron la convocatoria, que reunió a cientos de personas en distintos puntos emblemáticos como el Hemiciclo a Juárez, el Monumento a la Revolución, Paseo de la Reforma y la estación Hidalgo del Metro. En el ambiente se mezclaron pancartas, humo y consignas como “¡Hasta la victoria verde!” y “¡Ahorita corre la mota!”, en una jornada donde el llamado fue claro: dejar de lado estigmas y reconocer el potencial de una industria legal.
Los asistentes enfatizaron que este movimiento no busca promover el crimen organizado, sino todo lo contrario: abogan por un modelo de producción y consumo responsable, basado en el cultivo orgánico, la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de la economía formal a través de la recaudación fiscal derivada de la regulación.
La llamada Marcha de los 4:20 se inscribe en un contexto legal iniciado en julio de 2021, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) eliminó la prohibición total del uso lúdico del cannabis, al declarar inconstitucionales varios artículos de la Ley General de Salud. En su resolución, el máximo tribunal sostuvo que “la Suprema Corte garantizó el ejercicio del libre desarrollo de la personalidad en todo el país, y puso en relieve la autonomía de las personas para elegir y materializar su propio proyecto de vida, sin interferencias injustificadas del Estado o de terceros”.
A raíz de esta decisión, la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), quedó facultada para autorizar a adultos el cultivo, cosecha, preparación, posesión y transporte de marihuana para uso personal.
No obstante, persisten restricciones: continúa prohibida su comercialización, distribución, suministro e importación, por lo que los colectivos insisten en avanzar hacia una regulación integral que elimine estas barreras y permita un desarrollo pleno de la industria del cannabis en México.