Crisis en el norte de México: Pérdidas millonarias, EE.UU. paraliza al sector ganadero

Crisis en el norte de México: Pérdidas millonarias, EE.UU. paraliza al sector ganadero

La reciente decisión del gobierno estadounidense de frenar temporalmente la entrada de ganado vivo mexicano ha encendido las alarmas entre los ganaderos del norte del país, quienes enfrentan pérdidas millonarias y una parálisis total de la actividad en varias regiones. El detonante: un brote del gusano barrenador que provocó que las autoridades sanitarias de Estados Unidos suspendieran el flujo comercial, dejando varadas miles de cabezas de ganado en la frontera.

Lorena Terrazas, representante de la agencia aduanal Capin-VyBorny y experta en comercialización de carne mexicana, calificó el escenario como devastador. “Estamos hablando que tenemos atoradas alrededor de 100,000 cabezas atoradas en frontera y pérdidas por más de 50,000 millones de dólares. De acuerdo con datos que nos estaba proporcionando el presidente de nuestra Unión Ganadera, Álvaro Bustillos Fuentes. Es una locura”, expresó.

La medida, anunciada por la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, golpeó directamente a los principales estados exportadores de ganado como Chihuahua, Coahuila, Durango, Sonora y Tamaulipas. Tan solo en los puntos fronterizos de San Jerónimo y Ojinaga, se han detenido 3,200 cabezas, representando pérdidas inmediatas por 1.6 millones de dólares, según Terrazas.

El impacto es especialmente duro para Chihuahua, entidad que aporta el 40% del ganado en pie que México exporta a Estados Unidos. “Ya teníamos años con una seca tremenda. Hay ganaderos que acarrean agua a sus ranchos, alimentan con pastura y enfrentan costos altísimos de mantenimiento. Esto nos pega directo”, advirtió.

En condiciones normales, más de 5,000 cabezas cruzaban diariamente desde Chihuahua hacia territorio estadounidense a través de los cruces de Santa Teresa, Ojinaga y Palomas. Con el cierre, muchas becerras ya han excedido el tamaño requerido o han perdido la validez de las pruebas zoosanitarias, las cuales tienen una vigencia de apenas 60 días.

Más allá del daño económico directo al ganadero, el paro ha sacudido a toda la cadena productiva. Transportistas, veterinarios, proveedores de alimento y trabajadores del campo también están siendo afectados. “Este paro afecta a todos. No es solo un tema económico, es social y estructural”, concluyó Terrazas, quien hace un llamado urgente a la coordinación binacional para evitar una crisis aún mayor en el sector ganadero mexicano.

Share