El homicidio de Ximena Guzmán y José Muñoz, ambos parte del equipo cercano de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, fue el resultado de una ejecución meticulosamente planeada. Un video captado el 14 de mayo, seis días antes del atentado, muestra a un hombre presuntamente implicado en el crimen vigilando el sitio exacto donde ocurrió el ataque, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de una emboscada previamente organizada.
El material difundido por el periodista Carlos Jiménez muestra al sujeto en Calzada de Tlalpan, cerca de la calle Napoleón, en la alcaldía Benito Juárez. Vestido como trabajador de la construcción —con casco de motociclista, chaleco verde fluorescente, botas cafés, mezclilla y arnés— el individuo permaneció en la zona durante varios minutos, aparentemente sin llamar la atención. Se le ve interactuar con su celular, hablar por teléfono y ajustar lo que parece un arma oculta bajo el arnés. Incluso, en un momento, levanta la visera del casco, revelando parte de su rostro ante una cámara de seguridad particular.
Ese día, según la reconstrucción oficial, Ximena llegó desde Coyoacán para recoger a José, como era habitual. Sin embargo, él no apareció, por lo que el atacante decidió retirarse. El 20 de mayo, la rutina se repitió con ambos presentes. El agresor, vestido exactamente igual que una semana antes, se acercó al vehículo justo cuando José se disponía a abordarlo y abrió fuego.
Ximena fue alcanzada por ocho disparos; José recibió cuatro. Las heridas, concentradas en cráneo y tórax, provocaron su muerte inmediata en el lugar, de acuerdo con los informes del Instituto de Ciencias Forenses.
La fiscal Bertha Alcalde y el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, confirmaron que el arma utilizada, una pistola calibre 9 mm, no tiene antecedentes balísticos. Tras el ataque, el tirador huyó en motocicleta junto con un cómplice. Ambos abandonaron el vehículo y su indumentaria en Iztacalco, para luego subir a una camioneta azul y finalmente a una Urban gris o blanca con la que escaparon de la capital.
Los vehículos utilizados en la fuga tenían reportes de robo y sus números de serie estaban alterados. No se hallaron huellas en ellos ni en la ropa, lo que las autoridades atribuyen al uso de guantes. Gracias a grabaciones del sistema de videovigilancia del C5 y a videos entregados por ciudadanos, se logró reconstruir la ruta de escape. El caso es atendido por un equipo interinstitucional que trabaja sin interrupciones.
Las autoridades han aclarado que ninguna de las víctimas contaba con escoltas ni con medidas de protección especiales, aunque sí habían recibido formación en protocolos de autocuidado. Tampoco existen registros de amenazas previas contra ellos. Hasta el momento, no se han encontrado vínculos directos con el crimen organizado, pero no se descarta ninguna línea de investigación.
El feminicidio de Ximena Guzmán se investiga bajo el protocolo correspondiente. La fiscal Alcalde destacó que se tomarán en cuenta todos los elementos —personales, laborales y políticos— para esclarecer el móvil del crimen. También afirmó que “la investigación es exhaustiva y no se descartará ningún escenario”. Enfatizó además que el ataque requirió de una compleja inversión de recursos materiales y humanos, lo que da cuenta del alto grado de planeación detrás del doble homicidio.
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