Judith Franco Ainza
Una vez más claman por medicinas y médicos para enfermos renales
A reserva de parecer “carrito de la nieve”, pero en verdad es doloroso ver a las familias exponiendo su integridad y salud al manifestarse a pleno sol en las calles de Hermosillo para demandar lo que por derecho nos corresponde, que es el acceso a la salud, y lo “más pior”, como diría el ranchero, es la indiferencia de la autoridad.
Esta semana han salido a las calles familiares de niños con cáncer que no han sido atendidos en el Hospital Infantil y este jueves lo hicieron los de personas con insuficiencia renal y otros padecimientos que no son atendidos en el Hospital del IMSS Bienestar, antes General del Estado, en donde no hay medicamentos ni personal capacitado para atenderlos.
Los desesperados familiares indican que sus enfermos, tienen años esperando un trasplante de riñón, así como medicamento para las diálisis, sin embargo, no llegan y con pesar señalaron que tan solo esta semana perdieron la vida tres personas en espera de ser atendidas.
Además, indicaron que hace meses hablaron tanto con el secretario de Salud, José Luis Alomía y con la encargada del sistema IMSS Bienestar en Sonora, Gabriela Nucamendi y sin embargo, se han ido las semanas y los meses, sin que hayan atendido la problemática.
“Nos han estado mintiendo” dijeron, además señalaron que, como ya lo hemos comentado hasta el cansancio “no está funcionando el IMSS Bienestar”.
Para ellos, la única esperanza es que el gobernador Alfonso Durazo los escuche y los atienda, y advirtieron que permanecerían en el sitio hasta lograr una respuesta positiva, y aunque acudió una comisión de personal del hospital, rechazaron dialogar con ellos, puesto que no se logra nada, dijeron.
La verdad imagino el dolor de ver como el ser querido, ya sea niño o adulto se va consumiendo por una enfermedad, y la impotencia que deben sentir al ver que no reciben un tratamiento digno y más cuando las autoridades presumen de la supuesta calidad del servicio médico no solo en Sonora sino en el país.
Se enrarece clima de inseguridad en Hermosillo, hay que frenarlo
Pues unos días complicados en materia de seguridad se están viviendo en Sonora y Hermosillo, no es la excepción, en donde este jueves, fueron ultimadas a balazos dos personas en un centro identificado como “tiradero” de droga, curiosamente ubicado en pleno Centro de Hermosillo.
En el domicilio, quedó sin vida una mujer y dos hombres resultaron heridos por las balas, sin embargo, uno falleció al llegar al nosocomio y solo sobrevivió un joven.
A esto se suma los dos varones que resultaron heridos en ataques armados durante martes y miércoles, un hombre asesinado por rumbos de la colonia Eusebio Kino y otro hecho violento en la Cuatro Olivos, lo que ya tiene preocupados a los residentes de esta capital.
De Cajeme y San Luis Río Colorado, no vamos a hablar porque a diario ocurren hechos violentos, sobre todo en el primero, en donde esta semana le arrebataron la vida a un elemento de la Policía Municipal, con larga trayectoria.
La cuestión es, no porque aquellos estén peor que nosotros nos debemos de conformar, y seguramente ya se deben de estar revisando las estrategias entre el nuevo comisario general Jesús Alonso Durón y el personal de la Secretaría de Seguridad en Sonora, así como con la Fiscalía para fijar estrategias que permitan evitar que la inseguridad crezca en esta capital.
Aparece responsable de golpear a ladrón de patrulla
Los familiares del hombre que robó una patrulla de la Policía Municipal, quien posteriormente la chocó contra un comercio y ahí fue golpeado por un civil, que ya salió a decir que está dispuesto a asumir su responsabilidad, están tratando de responsabilizar a la autoridad municipal del hecho, porque dejaron la unidad sin seguro ¿en qué cabeza cabe?
El hecho de que usted deje su automóvil o su casa sin seguro, no es una invitación para que entren a robar, es cuestión de principios, nadie debe de tomar lo que no le pertenece.
Y entiendo que estén enojados porque su familiar recibió una paliza, pero con el que deben de enojarse, es con el agresor y nos guste o no, también con el ladrón, y en todo caso que la corporación haga su labor y sancione a quien corresponda por el descuido, más no por la actitud del lesionado… Pero este mundo no deja de sorprendernos.
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