La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que el gobierno no incurrirá en espionaje ni censura con la recién aprobada Ley de Telecomunicaciones por el Senado, actualmente en revisión en la Cámara de Diputados. Durante la conferencia matutina de este martes, donde se detallaron las modificaciones a la ley, la mandataria fue enfática al señalar que “no hay censura, ni espionaje, ni nada que se le parezca”.
José Antonio Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital, desmintió categóricamente que la nueva normativa sea una ley de espionaje. Explicó que el artículo 183 del dictamen, criticado por la oposición, establece la obligación de los operadores de telecomunicaciones de colaborar con las autoridades de seguridad y procuración de justicia, siempre bajo los términos que las leyes vigentes ya establecen. Subrayó que este lineamiento es idéntico a lo estipulado en la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión de 2014, aprobada en su momento por PRI y PAN, partidos que ahora se oponen a la nueva versión. Peña Merino reiteró que el dictamen no otorga a ningún órgano regulador ni a la Agencia de Transformación Digital la posibilidad de acceder a información de los usuarios, ni permite que el gobierno federal acceda a dichos datos.
En cuanto a las acusaciones de censura, el funcionario las rechazó rotundamente. Aclaró que lo que se aborda en la nueva ley son los derechos de las audiencias, considerados un derecho humano fundamental establecido en el artículo sexto constitucional. Resaltó que el dictamen busca restituir los derechos de ley perdidos con la normativa de 2014, garantizando que los contenidos en medios y plataformas sean diversos, no discriminatorios, con perspectiva de género, y que distingan claramente entre publicidad y contenido, incluyendo la programación infantil. Afirmó que “no hay censura por parte de la autoridad, sino una queja por parte de las audiencias”, brindando a estas últimas mecanismos para expresar sus inconformidades ante contenidos que vulneren sus derechos.