La Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz ha confirmado que la maestra jubilada y taxista Irma Hernández, de 62 años, falleció a causa de la tortura a la que fue sometida por miembros del crimen organizado durante su secuestro.
La confirmación de la FGE contradice la primera versión oficial. El 25 de julio, tras el hallazgo del cuerpo de la profesora, la gobernadora Rocío Nahle García presentó a José Eduardo Márquez como médico legista, quien afirmó que la maestra había muerto de un infarto. Esta declaración le generó una ola de críticas a la mandataria morenista, especialmente porque Márquez no cuenta con una especialidad en medicina forense, aunque sí es médico cirujano.
En un video difundido ayer durante una rueda de prensa, la FGE precisó que dos o más personas privaron de la libertad a Irma. El objetivo era obtener un beneficio económico, por lo que la torturaron y violentaron durante el cautiverio, lo que finalmente le causó la muerte.
La titular de la FGE, Verónica Hernández Giadáns, informó que cuatro personas han sido detenidas por otros delitos y, en el transcurso de la investigación, se les imputó el de secuestro agravado. Los detenidos son Octavio “N”, Jeana Paola “N”, Víctor Manuel “N” y José Eduardo “N”. Hernández Giadáns señaló que hay más arrestados que están siendo investigados y podrían estar vinculados con el “levantón” de la docente, pero no ofreció más detalles.
Irma Hernández fue secuestrada el 17 de julio en el municipio de Álamo de Temapache por un grupo delincuencial. La obligaron a grabar un video en el que advertía a sus compañeros taxistas que debían pagar extorsiones o sufrirían la misma suerte.
El caso de la maestra taxista es uno de varios incidentes de violencia del crimen organizado que han azotado los municipios del norte del estado. A principios de este mes, el 2 de agosto, reos del penal de Tuxpan se amotinaron para denunciar extorsiones del Grupo Sombra. La revuelta dejó un saldo de nueve muertos y diez heridos. Durante la trifulca, se difundieron videos en redes sociales que aseguraban que esta organización criminal, la misma que controla la cárcel, fue la que ordenó el asesinato de Irma Hernández.