Luego de que la lluvia del domingo derrumbó una barda e inundó viviendas, en perjuicio de 40 familias, la precipitación del lunes complicó aún más la problemática
Redacción Entorno Informativo
Desesperación, enojo, frustración es lo que manifestaron sentir alrededor de 40 familias asentadas en el fraccionamiento Villas de San Lorenzo, afectadas por la fuerte lluvia que durante dos días consecutivos se ha registrado al norte y norponiente de Hermosillo, en donde el caudal derribó una barda y paredes de viviendas arrasando con enseres y dañando hasta vehículos.
Los vecinos vieron con impotencia como la lluvia destruía a su paso el patrimonio construido a lo largo de los años, dejándolos prácticamente en la calle, en algunos de los casos, ya que estiman que el meteoro dejó daños hasta estructurales en algunas de las casas.
Durante este lunes al sitio acudió el titular de la Coordinación Municipal de Protección Civil, Fernando Morales Flores, junto con el titular de Servicios Públicos, Sergio Pavlovich Escalante, quienes empezaron a realizar la evaluación de los daños y limpieza de los mismos.
Morales Flores indicó que la lluvia del domingo provocó acumulamientos de 42 milímetros de agua lo que a su vez, causó el desbordamiento de canales y arroyos.
Agregó que una vez realizada la limpieza del lugar se realizaría la evaluación de daños para la respectiva reparación.
En tanto vecinos manifestaron que desde meses atrás, expusieron el riesgo que estaban viviendo luego de que una bodega desvió el paso natural del agua en detrimento de su patrimonio.
José Duarte, quien tiene 17 años habitando su vivienda en ese fraccionamiento manifestó que además de los daños en su casa, también tres de sus vehículos resultaron con pérdida total, por lo que urgió una solución.
Agrava aguacero situación
Por la tarde noche se registró otro torrencial aguacero que provocó mayores daños en el sitio a donde acudieron el Jefe de Bomberos, Juan Francisco Matty Ortega y personal de dependencias municipales quienes escucharon los airados reclamos de los residentes, que ven que las pérdidas en su patrimonio van en aumento.