Entre la incertidumbre y la angustia, familiares de las víctimas de la explosión de una pipa de gas en el puente de La Concordia, en Iztapalapa, continúan haciendo guardia afuera de los hospitales en busca de noticias. Mientras, otros se manifestaron en el lugar del siniestro para exigir atención y reparación del daño por parte de las autoridades.
Según el último reporte de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, la cifra de víctimas mortales se mantiene en 13, con 40 personas hospitalizadas y 30 dadas de alta.
Victoria Juárez, quien espera fuera del hospital Rubén Leñero, relató que su sobrino, Erick Vicente Acevedo Moreno, chofer de microbús, sufrió quemaduras en todo el cuerpo y no se espera que sobreviva. A pesar de esto, mantiene la fe en un milagro, aunque reconoce que su sobrino “sí está muy dañado y tiene muchas secuelas, y pido a Dios que haga su voluntad”. Juárez recordó que su sobrino salvó la vida de sus pasajeros al pedirles que salieran del vehículo antes de que este explotara.
La situación de María Salud Jaurrieta, de 59 años, también es crítica. Sus familiares, provenientes de Michoacán, se enteraron de su estado a través de una entrevista a su hijo.
En la manifestación, familiares y vecinos de las víctimas denunciaron negligencia en la atención médica. Antonia Clavel Escobar acusó que su padre, Fredy Sánchez Gil, fue dado de alta el mismo día del accidente, a pesar de tener quemaduras en los brazos, cuello y orejas. “En la noche lo dieron de alta porque dijeron que no eran quemaduras tan graves; el brazo izquierdo es el que tiene más complicado porque le siguen saliendo ámpulas”, explicó. La familia ahora busca atención médica en Puebla y exige que las autoridades “apoyen a todas las personas que sufrieron este accidente y se hagan responsables”.
Por su parte, la Coordinación de Atención a Víctimas de la Fiscalía General de Justicia de la capital está colaborando con las familias para acreditar gastos e indemnizaciones, y ha explicado a los afectados el proceso para la investigación por los delitos de homicidio, lesiones y daños en contra de quien resulte responsable.