Un hombre, identificado como Carlos Said, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Durango tras el fallecimiento de su hija, de 14 años, en la Clínica Santa María. El padre afirma que la menor fue sometida a una cirugía estética sin su consentimiento, lo que pudo haber provocado su muerte el pasado 20 de septiembre.
El señor Said relató que la madre de la menor, Paloma Nicole, le dijo que la llevaría a unas cabañas porque tenía COVID-19. Sin embargo, días después, recibió la noticia de que su hija se encontraba grave. La fiscal general, Sonia Yadira de la Garza Fragoso, informó que a las 19:24 horas del 20 de septiembre, el 911 recibió una llamada de emergencia de una trabajadora social que reportó la muerte de una menor de edad por complicaciones respiratorias.
Las autoridades acudieron a la funeraria donde se encontraba el cuerpo de Paloma Nicole y entrevistaron a sus padres. El certificado de defunción señalaba como causas de muerte un edema cerebral, bradicardia y encefalopatía hipóxica. Aunque en un inicio ambos progenitores firmaron un documento de conformidad en el que no procedían legalmente contra nadie, un día después, el padre de la menor acudió a la Fiscalía para denunciar que su hija había sido intervenida quirúrgicamente sin su permiso y solicitó una necropsia.
Según el testimonio del padre, la intervención fue evidente al examinar el cuerpo de la menor en la funeraria. Esta versión fue respaldada por el comisionado de la Coprised, Saúl Fernández Saracho, quien, basándose en el expediente médico, confirmó que la adolescente se había sometido a una lipoescultura abdominal y a la colocación de implantes mamarios días antes de su muerte.
Las autoridades sanitarias y ministeriales continúan con las investigaciones para determinar las responsabilidades y esclarecer si hubo omisiones médicas o irregularidades legales en el procedimiento estético aplicado a la menor.