Un año atrás, la mira de México se posaba en Claudia Sheinbaum al asumir la Presidencia para el periodo 2024-2030, representando al partido oficialista Morena. En una ceremonia en el Congreso, entre aclamaciones de “¡Presidenta, presidenta!”, recibió de manos de su correligionario y antecesor, Andrés Manuel López Obrador, la banda presidencial. Sheinbaum celebró convertirse en la primera mujer mandataria en la historia de la nación, comprometiéndose a impulsar la “cuarta transformación”, como ella y su movimiento político definen su proyecto.
El saldo del primer año de la jefa del Ejecutivo, que se conmemora este miércoles, presenta claroscuros. Por un lado, mantiene un sólido respaldo popular en las encuestas, aunque su aprobación descendió de un 80% a un 70% entre febrero y agosto, según un sondeo de Buendía & Márquez para el diario El Universal. Además, cuenta con mayorías legislativas en ambas cámaras que facilitan el avance de su agenda. Por otro lado, si bien las cifras oficiales a nivel nacional reflejan una disminución en ciertos indicadores de violencia, como los homicidios dolosos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó en julio que el 63,2% de los ciudadanos se siente inseguro en su urbe de residencia. Específicamente, en estados como Sinaloa, los asesinatos se han disparado debido a una intensa guerra entre cárteles, lo que ensombrece el panorama de seguridad. Analistas consultados por CNN destacan que este contexto obliga al gobierno de Sheinbaum a redoblar esfuerzos al iniciar su segundo año. A esto se suman desafíos y tareas pendientes, en medio de permanentes roces diplomáticos con Estados Unidos por temas de seguridad, comercio y migración, y la amenaza de escándalos que involucran a figuras de Morena de empañar su administración.
Entre los retos más apremiantes para el Ejecutivo se encuentran, primordialmente, la inseguridad pública, el combate a la corrupción, la renegociación del tratado comercial con Canadá y Estados Unidos, y la organización del Mundial de Fútbol en conjunto con sus socios norteamericanos. Durante los primeros once meses de su mandato, la administración de Sheinbaum logró una disminución en la incidencia de varios delitos de alto impacto, de acuerdo con datos gubernamentales. En ese lapso, se registraron 23.917 homicidios dolosos, una cifra inferior en un 24,79% a los 31.801 contabilizados en los primeros once meses del gobierno de López Obrador. Sin embargo, esta tendencia a la baja no se ha reflejado uniformemente en todo el territorio. En Sinaloa, por ejemplo, los homicidios intencionales se incrementaron un 400% en un año tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada. El narcotraficante, cofundador del Cártel de Sinaloa junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue arrestado en julio de 2024 en Estados Unidos, donde, después de declararse culpable de dos cargos de narcotráfico en agosto, espera sentencia en enero. Su detención ha desatado conflictos entre facciones del cártel que el despliegue de fuerzas federales no ha podido sofocar.