Tito Fuentes, reconocido músico mexicano y ex guitarrista y vocalista de la banda Molotov, utilizó sus redes sociales para compartir una impactante imagen de su rostro. La fotografía evidencia las secuelas de un arduo proceso que involucró 11 cirugías reconstructivas y un coma inducido, consecuencias directas de años de adicciones y el descuido de su salud mental.
La imagen, difundida por el propio artista, muestra una prominente herida que recorre su mejilla y nariz, resultado de múltiples procedimientos médicos para reparar los daños causados por el consumo de sustancias. En su mensaje, Fuentes enfatizó su propia responsabilidad: “Aquí, hace aproximadamente un año, saliendo de la primera de una docena de intervenciones las cuales me encargué de arruinar de la uno a la diez”.
El músico aclaró que sus heridas no solo son el resultado directo del abuso de drogas, sino de la falta de atención a su bienestar emocional y psicológico. Fuentes compartió los comentarios que le llegan: “Me llega mucho ‘Se hizo mierda la cara por drogadicción, la nariz, la voz, la garganta, la carrera…’ (no es cierto lol, o no me llega nada negativo o no me toca leerlo ja)”. Posteriormente, explicó que sus lesiones provienen de “algo que no pude controlar y lo actué, lo que sentía, lo emocional, lo psicológico, de lo que es más fácil NO VER o NO HABLAR, cómo te sientes? , cómo estás?”.
Un punto de inflexión en su proceso ocurrió tras una cirugía que se complicó, obligándolo a ser inducido a un coma por casi tres días. Este episodio de gravedad extrema sirvió como el catalizador para que Fuentes iniciara un cambio profundo, que incluyó una pausa temporal en su carrera musical y el inicio de terapias psicológicas. El exintegrante de Molotov confesó que la presión profesional y la dolorosa pérdida de sus padres actuaron como detonantes de su crisis personal. Además del consumo de alcohol y drogas, el músico confesó una adicción al azúcar que agravó su desgaste físico.
Fuentes relató que, incluso en el hospital, le ofrecían dulces, chicles y “sugar shots”, y añadió: “No podía dejar de comer una paletita, un chicle, en la última intervención, algo salió mal y me mandaron tres días a coma inducido, a dormir, o sea, estuve muerto en vida dos días y medio, casi tres y, ahí, fue que algo cambió en mí, desperté y dije: bueno ya, a cuidarme”.
Al pie de su reciente publicación en Instagram, donde expuso sus cicatrices, el músico dejó un mensaje final: “Bueno, así se puede llegar a ver no hablar, no cuidarse, así se ven también las heridas del corazón. Cuide su mente, cuide su corazón; cuidar el cuerpo nada más es cuestión de atención y ponerse una chinga”. El artista aclaró que su intención al compartir su testimonio y la imagen no es generar drama o buscar compasión, sino impulsar una reflexión sobre la vital importancia de atender las dificultades emocionales antes de que se manifiesten en daños físicos severos: “La intención al hacer la publicación no tiene propósito, ninguno. Solo como mensaje de amor para mí”.
En relación con los problemas de salud física derivados de su trayectoria musical, Fuentes había revelado anteriormente que padece rizartrosis en ambas manos, una enfermedad que le provoca dolor y dificultades para tocar la guitarra. En una entrevista en el podcast de Javier Paniagua, el guitarrista compartió su testimonio sobre el desgaste de cartílago y los tratamientos periódicos a los que debe someterse para aliviar el dolor. Estos problemas de salud personal y fisiológicos también influyeron en la separación de su pareja y en otros aspectos de su vida privada.
Actualmente, Molotov sigue activo como banda. Sin embargo, Tito Fuentes se mantiene concentrado en su rehabilitación y en proyectos artísticos paralelos. Aunque no descarta su retorno a los escenarios, su prioridad es consolidar su recuperación emocional y física antes de reincorporarse a las giras y conciertos.