Ante el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, las bancadas de Oposición en el Senado reconocieron el “giro” implementado en seguridad pública al abandonar la política de “abrazos, no balazos” impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Incluso hubo una voz aliada de Morena, la del senador Luis Melgar del Partido Verde Ecologista, quien calificó esa estrategia como un “fracaso”. El senador Melgar puntualizó: “Hay que decirlo: el cambio debe terminar con los pactos de silencio, con las redes de protección. Un ejemplo de esto, lo que sucedió en Chiapas: la violencia y el crimen que se vivió en el sexenio anterior”. Y concluyó que “Denunciar no es atacar, es visibilizar lo que daña a México. La corrupción, cuando se normaliza, deja de indignar y se convierte en parte del sistema. La estrategia de abrazos, no balazos, fracasó, porque confundió la empatía con la impunidad”. El posicionamiento de Melgar visiblemente ofuscó a la senadora morenista Malú Mícher, quien se acercó a reclamarle.
La petista Geovanna Bañuelos también arropó al Secretario, señalando: “Tú eres el mejor (en el Gabinete de la Presidenta Sheinbaum), porque cargas a cuestas con la responsabilidad más grande, más sentida y profunda del pueblo de México”. Durante la comparecencia de Harfuch ante el Senado, la bancada de Morena se mostró particularmente satisfecha, llegando a escucharse la exclamación “Huele a Presidente”.
Por su parte, la senadora Alejandra Barrales de Movimiento Ciudadano reconoció a Harfuch “el cambio de estrategia que la lucha por la seguridad y el combate al crimen organizado se ha implementado en la actual administración”. Barrales manifestó: “Si existe un área donde hemos reconocido, ha sido evidente un giro con respecto a la estrategia del sexenio anterior, es precisamente en la Secretaría de Seguridad que usted encabeza”. El senador panista Francisco Ramírez Acuña se sumó a las voces, afirmando que el PAN es “el primero en reconocer logros cuando los hay”, y valoró positivamente que el Gobierno “esté dejando atrás los ‘abrazos, no balazos’ y, además, que demuestre que sí se puede enfrentar a los delincuentes, a los que no se tocaba ni con el pétalo de una rosa”.
Pese al reconocimiento de la nueva estrategia, el Secretario fue cuestionado por algunas voces opositoras sobre la impunidad que persiste en el caso de huachicol fiscal que involucró a mandos de la Marina y el reciente asesinato del empresario limonero. Por la bancada del PRI, el exgobernador coahuilense Miguel Ángel Riquelme comentó que “a pesar de los esfuerzos, la paz y la seguridad están muy lejanas de los propósitos de esta Administración y es que la realidad en las calles es muy distinta a la narrativa mediática oficial”. La legisladora Mely Romero urgió al Secretario a apersonarse en su natal Colima y ofreció la colaboración de su partido, asegurando que el PRI estaba listo “para sumarse a cada tarea. Listo para apoyar toda política pública que proteja la vida, que recupere la confianza y que devuelva la tranquilidad a las familias”. Romero finalizó: “Queremos saber cómo trabajar de la mano, para que esta historia comience a cambiar”.

