El equipo de Denver se adueñó del primer lugar en la División Oeste de la Conferencia Americana de la NFL
Agencias
Los Broncos de Denver impusieron su ley ante los Vaqueros de Dallas para llevarse la victoria con un aplastante marcador de 44-24 con lo que toman el primer lugar dentro de la División Oeste de la Conferencia Americana por encima de los Cargadores y los Jefes de Patrick Mahomes.
Aunque Dallas logró abrir el marcador con un gol de campo tras llegar cerca de la zona roja, Denver respondió de inmediato con una escapada impresionante de 40 yardas del novato RJ Harvey, aprovechando la debilidad defensiva del rival en líneas de seguridad y linebacker. Luego, el quarterback Bo Nix conectó un pase de 25 yardas a Troy Franklin, ante una cobertura que quedó expuesta, para poner el 14-3 al cierre del primer cuarto.
El segundo cuarto mostró a Denver elevando la intensidad en ambos lados del balón. Harvey anotó de nuevo tras un error defensivo que costó 32 yardas a Dallas, amplificando aún más la ventaja de los Broncos.
Con su ofensiva afinada y su defensa ejerciendo presión constante, la unidad de Denver lidera la NFL en tasa de presión sobre el mariscal rival, Nix terminó los primeros 30 minutos con 169 yardas por pase, un touchdown y una intercepción en 13 de 17 intentos. Mientras tanto, Dallas parecía asfixiado: tras tres puntos contra solo dos series de anotación en la primera mitad, su ofensiva de alto vuelo quedó convertida en una sombra.
Al reanudarse el juego, Dallas intentó reaccionar y lo logró momentáneamente cuando Javonte Williams cruzó la línea de gol para acortar la distancia a 27-17, impulsado por dos penalizaciones críticas de la defensiva de Denver. Sin embargo, la esperanza de los Cowboys fue efímera. En un cuarto-y-6 dentro de su propio terreno, Dallas optó por patear en lugar de ir por la jugada, una decisión cuestionada que significó dejar la iniciativa en manos del rival.
El colapso defensivo continuó para Dallas cuando Prescott lanzó un pase riesgoso en el medio y fue interceptado por el novato Jahdae Barron de Denver. Esa jugada, al final del primer tiempo, selló un evidente dominio por parte de los Broncos, que se fueron al descanso con ventaja de 27-10.
En su retorno tras el descanso, Denver no bajó el pistón y rápidamente luego del saque abrió camino con otro touchdown de Bo Nix, conectado nuevamente con Franklin para un score de 37-17, que prácticamente dejó el duelo resuelto.
Defensivamente, Denver exhibió por qué lidera la liga en presión al quarterback con una tasa de casi 44.9 % y permitió apenas 26.2 % de presión en su contra, cifras que no sólo dominan la liga sino que marcan un diferencial histórico.
Con esa ventaja brutal en la línea de golpeo, los Broncos neutralizaron el ataque terrestre y aéreo de Dallas con eficiencia letal. La ofensiva de los Cowboys, que esta temporada ha dependido de explosiones rápidas, nunca encontró ritmo ante la agresividad de Denver.
Con este triunfo contundente, Denver se coloca como líder del Oeste y manda un mensaje claro de contención de poderío. Nix mostró madurez combinando su brazo con apoyo terrestre sólido, mientras que la defensiva avaló su estatus como mejor unidad de la NFL en este momento. Dallas, por su parte, enfrenta una crisis estructural: entre lesiones, cobertura deficiente y decisiones dudosas, se aleja de su imagen de contendiente constante.