La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó enfáticamente la decisión del gobierno de Estados Unidos de cancelar 13 vuelos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia ese país, exigiendo respeto para las decisiones soberanas mexicanas. “México no es piñata de nadie, a México se le respeta”, afirmó la mandataria.
Sheinbaum advirtió que detrás de estas acciones, que calificó de “unilaterales”, podría haber un “interés de otro tipo”, ya sea político o para “apoyar a algunas empresas”. Por ello, instruyó al canciller Juan Ramón de la Fuente a solicitar una reunión con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Transporte de Estados Unidos para revisar el fundamento de la decisión. La Presidenta confió en que se logrará un entendimiento, aunque advirtió que existe la intención de cancelar más vuelos.
La mandataria resaltó que, hasta ahora, se había logrado un gran respeto de las instituciones estadounidenses, incluyendo la presidencia, con el presidente Donald Trump. Señaló que la conversación telefónica que sostuvieron el sábado “fue muy buena” y que ayer Trump afirmó lo que ella ya había comentado: que no se aplicarán los aranceles previstos para el 1 de noviembre y que el trabajo coordinado continúa.
Sin embargo, respecto a los vuelos del AIFA, la Presidenta sostuvo: “No estamos de acuerdo con esta decisión del Departamento de Transporte. Ayer pedí al canciller (Juan Ramón de la Fuente) que se comunicara con el secretario Marco Rubio, para pedirle una reunión en Estados Unidos, en donde participe el secretario de transporte, para revisar si tienen fundamento, que desde nuestra perspectiva no tiene ninguno estas acciones que están tomando de manera unilateral”.
Sheinbaum también pidió a Andrea Marván, integrante de la Comisión Nacional Antimonopolio, un análisis para determinar si la acción está afectando la competencia de las aerolíneas estadounidenses, algo que, desde la perspectiva del gobierno mexicano, “no hay ninguna” afectación. Reiteró con “toda certeza: México no es piñata de nadie; a México se le respeta”.
La Presidenta subrayó que el AIFA “está funcionando bien y no hay razón para que se limiten los vuelos hacia los Estados Unidos”. Recordó que la decisión estadounidense se basa en dos argumentos, los cuales fueron contestados con prontitud: el decreto del expresidente Andrés López Obrador para trasladar la carga dedicada del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) al AIFA, y la distribución de los slots. Explicó que la decisión de mover la carga al AIFA “fue una decisión soberana y que tiene que ver con protección civil” ante la saturación en el AICM. Afirmó que “todas las empresas de carga dedicada que se fueron al AIFA están felices; tienen más espacio, hay más seguridad a la salida de los contenedores”, y que “no hay un solo reclamo de ninguna empresa”.
La mandataria anunció que este viernes se reunirá con Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus para conocer su punto de vista, y espera que la reunión con las autoridades estadounidenses se concrete la próxima semana, una vez que el equipo de Trump regrese de Asia. Sostuvo que “hasta ahora son los nuevos vuelos” los afectados, y que “lo que están planteando es que los nuevos vuelos, y quienes poner otras sanciones más adelante”. No obstante, concluyó: “creemos que vamos a llegar a un buen entendimiento y tiene que haber respeto, a las decisiones de México, que tienen que ver con la seguridad de los pasajeros, de los pilotos y de todos los que utilizan las aerolíneas de Estados Unidos, y de México”.

