Gilberto Bátiz García, presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), inició su gestión con un llamado a la unidad en la Sala Superior para evitar conflictos poselectorales como el de 2006. Frente a representantes de los tres Poderes de la Unión, el magistrado subrayó que “Un tribunal dividido, un tribunal puesto en polarización incluso mediática, no sirve a México”.
Bátiz delineó un plan de trabajo basado en cinco ejes, colocando en primer lugar la necesidad de una “colegialidad funcional” y prometiendo una administración con austeridad. El tercer punto de su plan busca fortalecer la estabilidad y la gobernabilidad, asegurando que la justicia electoral sea un pilar para una transición de poder legal y legítima, sin conflictos.
El magistrado también abordó la historia poselectoral de 2006, recordando la movilización de miles de ciudadanos que lucharon por defender su voto. Resaltó que el papel de las instituciones electorales es proteger la voluntad popular con transparencia e imparcialidad, y que “la democracia es frágil y si no se cuida todos los días esta puede desmoronarse”. Finalmente, enfatizó la importancia de una “justicia con rostro humano” que entienda las distintas realidades sociales de México.