El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales López, afirmó que, de aprobarse el dictamen del paquete de reformas en materia de agua, se pondrá fin al “mercado negro” del líquido vital. Aseguró que la legislación permitirá un sistema de concesiones más transparente y ordenado, con plena certeza y cero tolerancia a la corrupción.
Mediante un videomensaje en su perfil oficial de la red social X, Morales López celebró que el dictamen esté listo para ser discutido en la Cámara de Diputados y su posible aprobación, lo que significaría que el agua dejará de ser un recurso utilizado como negocio particular a costa del derecho de las mayorías.
El funcionario resaltó que una de las modificaciones clave es la prohibición de que quienes reciben el agua de manera gratuita para un uso específico la vendan para lucrar, erradicando así “prácticas abusivas que tanto han causado daño a nuestro país”. Las reformas buscan eliminar la sobreexplotación y el acaparamiento del recurso.
Ante la polémica generada en torno a estas reformas, que darán origen a la Ley General de Aguas, el director de la Conagua recordó que la ley actual (que hoy, lunes, cumple 33 años de su publicación) ha permitido la concentración de múltiples títulos de concesión en una o varias personas, lo que ha derivado en una gran cantidad de agua en pocas manos, mientras que pequeños y medianos productores, así como las comunidades, carecen del recurso.
Morales López consideró que, de aprobarse el dictamen, también se garantiza “el binomio tierra-agua que es inseparable para que las propiedades con títulos de concesión se puedan heredar o se puedan vender y se respete el mismo volumen, el mismo tiempo para que fueran concesionadas y el mismo uso”. Además, la nueva ley reconoce los sistemas comunitarios de agua que operan tradicionalmente en el país y facilita el acceso al recurso a las comunidades, especialmente a las más desprotegidas.
Respecto a los bloqueos de organizaciones campesinas y productores registrados la semana pasada —los cuales, según la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, tenían una “motivación política” para impedir las reformas—, el director de la Conagua apuntó que los cambios no son producto de una decisión unilateral. Aseguró que son resultado del diálogo y la escucha que el gobierno federal ha llevado a cabo con diversos sectores productivos y sociales del país. Destacó que el Poder Legislativo también abrió foros para los distintos sectores, fortaleciendo la iniciativa.
Por ello, agradeció al presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, por su apertura y “la disposición que se ha mostrado durante este proceso”. El director concluyó que el paquete de reformas revela la valentía de la Presidenta para transformar el régimen del agua en México y, sobre todo, porque busca “terminar con el abuso, el acaparamiento, la sobreexplotación y garantizar la viabilidad de este recurso natural tan preciado para el pueblo de México”. Confiando en que el dictamen sea aprobado en la Cámara de Diputados en los próximos días, lo calificó como “un acto de justicia para el pueblo de México”.