Gobierno Blindó Cárceles y Controló la Alimentación en una Operación Secreta para Extraditar a 55 Líderes Criminales, Wall Street Journal

Gobierno Blindó Cárceles y Controló la Alimentación en una Operación Secreta para Extraditar a 55 Líderes Criminales, Wall Street Journal

El gobierno de México se preparó con semanas de anticipación para llevar a cabo el envío de 55 altos mandos y líderes de organizaciones criminales a Estados Unidos, en operaciones realizadas en febrero y agosto de este año, según reveló el diario estadounidense The Wall Street Journal.


De acuerdo con el medio neoyorquino, las autoridades federales implementaron una estrategia de alta seguridad que incluyó tomar el control de más de una decena de prisiones mexicanas, reemplazando a custodios y directores para evitar fugas de información o intentos de escape.

Se tomaron medidas extremas de seguridad, como el cambio de la empresa de alimentos para proteger a los reos de un posible envenenamiento por parte de sus propios grupos criminales, con el objetivo de impedir que fueran trasladados a Estados Unidos y revelaran detalles de sus operaciones. También se contrató a nuevos proveedores de cámaras de videovigilancia para prevenir un escape similar al de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015, y algunos reclusos fueron aislados para evitar que compartieran información.

Uno de los reos con mayor vigilancia era Servando Gómez, alias “La Tuta”, exprofesor de secundaria que dirigió un laboratorio de metanfetamina en Michoacán, afirmó el diario. Las autoridades monitorearon las actividades bancarias y la comunicación de la familia de “La Tuta” para detectar cualquier intento de fuga. Fue trasladado a Estados Unidos el 12 de agosto, junto con otros líderes criminales como Abigael González Valencia, líder de “Los Cuinis”.

El The Wall Street Journal informó que la Ciudad de México se transformó en un búnker secreto con una pared de pantallas para controlar el progreso de la operación, sin detallar la fecha de inicio de este centro de mando. Semanas antes del traslado, varios aviones procedentes de distintos puntos del país llegaron al penal del Altiplano. Un funcionario mexicano reveló que algunos de los presos creyeron que serían puestos en libertad, tras haber intentado sobornar a las autoridades.

Sin embargo, los reos fueron transportados en vehículos blindados y escoltados hasta un avión militar que los llevó al penal de máxima seguridad ubicado en el Estado de México. Para preparar el día de la expulsión, el gobierno consultó estudios para identificar las horas de menor tráfico desde el Altiplano hasta una pista de aterrizaje cercana a la capital, donde los hombres abordaron los vuelos a Estados Unidos. Un funcionario comentó al medio que incluso se instalaron albergues para tres días en caso de retrasos en el viaje.

Ahora, los 55 altos mandos y líderes del crimen organizado se enfrentan a la elección de revelar a Estados Unidos los nombres de sus colaboradores y el modus operandi de sus organizaciones o asumir las consecuencias legales. El diario advirtió que México y Estados Unidos ya se encuentran en negociaciones para realizar un tercer envío de narcotraficantes de alto rango.

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