Judith Franco Ainza
Mientras Tránsito pide usar transporte público, el Imtes disminuye unidades
Durante estos días previos a la Navidad y el mismo 24 y 25 de diciembre la gente anda de prisa, buscando algo que siempre se nos olvida de último momento o que alguien nos llegue de improviso, por lo que por más que cada año nos comprometamos a que el próximo “esto no va a pasar”, sucede y damos vueltas el mismo 24 de diciembre.
De tal suerte que usted va a ver tanto el Centro de Hermosillo como los distintos establecimientos generales con gente haciendo las compras de “último momento” y saliendo incluso con varios artículos adicionales a los que pensaba llevar, eso es de regla y para colmo, tras todo el estrés nos enfrentamos al congestionamiento vial.
Recorrer ciertos tramos en la ciudad regularmente es complicado, pero en estos días se ha convertido en un reto por la gran movilidad y curiosamente, mientras que autoridades de Tránsito Municipal, recomiendan a la población que utilicemos el servicio de transporte público, el Instituto de Movilidad y Transporte, anuncia que reducirá las unidades.
El argumento es que con los estudiantes y trabajadores gubernamentales disminuye la demanda, pero lo cierto es, que apenas así las unidades son suficientes para que los usuarios viajen con la comodidad que deberían hacerlo a diario, y no como sardinas enlatadas.
Obviamente, en estos días, quienes disponen de un automóvil no van a perder el tiempo esperando una hora el transporte público para hacer sus últimas compras, o atender cualquier asunto, por lo que seguiremos viendo las calles, el Centro y supermercados saturados de automóviles, lamentablemente con los consabidos choques y recuerdos de progenitora.
En ciudades de Estados Unidos, Europa, y otras como China y Japón, con alta densidad poblacional, sobre todo las asiáticas, las autoridades se enfocan en garantizar un transporte que ayude a despresurizar calles y carreteras para combatir también la contaminación ambiental.
De hecho, es común encontrarse en el transporte público de Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Londres, Roma o Madrid, a celebridades, altos ejecutivos compartiendo espacio con un ama de casa o un trabajador de alguna fábrica, sin que nadie los moleste ni se asombren y aquí, aunque queramos, no se puede utilizar un servicio público, a menos que sea por aplicación.
Carece hospital Fernando Ocaranza de atención a partos ¡increíble!
Con sorpresa me entero que el hospital Fernando Ocaranza del Instituto de Seguridad y Servicio Social para los Trabajadores del Estado (Issste) desde hace tiempo carece de sala de partos.
La verdad desconozco desde cuándo se presente esa situación, porque mi hermana dio a luz hace algunos años en ese nosocomio a mi sobrino, pero es lamentable que las condiciones que imperan en el sistema de salud del gobierno federal, lleguen a ese nivel.
Así que las derechohabientes del mencionado sistema, les subrogan el servicio para que vayan a parir, no crea que a un hospital privado, sino al Hospital de la Mujer, que también dicen que está en condiciones deplorables.
Es doloroso como poco a poco las instituciones, que tanto esfuerzo requirieron concretarse estén cada día desmoronándose, y dejando en total desamparo a las y los derechohabientes, porque la problemática no solo es el rubro de ginecología, sino que también hay carencia de tratantes de otras especialidades.
Y mientras aquí afloran las carencias en todos los rubros el gobierno de México que encabeza Claudia Sheinbaum se da el lujo de regalar millones de pesos en combustible a Cuba, que debería de destinar para sufragar la falta de medicamento e infraestructura en el sector salud y educativo.
Correo electrónico [email protected]

