El suministro de hidrocarburos desde México hacia territorio cubano responde a una lógica de asistencia humanitaria y se integra dentro de “los acuerdos que ha habido en la materia” que han trascendido diversas administraciones federales sin distinción de siglas partidistas. Así lo manifestó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien puntualizó que la transferencia de estos recursos se ejecuta “en un marco legal, como país soberano, dando continuidad a una serie de apoyos entregados históricamente” por el Estado mexicano.
Durante su encuentro matutino con los medios, la mandataria dio a conocer un reporte detallado de la Cancillería sobre la sinergia financiera y energética binacional. En este recuento histórico, se rememoró la inversión de 350 millones de dólares realizada en 1994 para la optimización de la refinería de Cienfuegos durante la crisis del periodo especial, mediante “una operación estratégica de swaps” que permitió el intercambio de deuda por inversión productiva.
La continuidad de estos vínculos se manifestó también en 2012, año en que se establecieron convenios para que Pemex brindara soporte técnico a la entidad estatal Cupet en labores de exploración. Asimismo, la titular del Ejecutivo recordó que en la gestión de Enrique Peña Nieto se otorgaron beneficios financieros a La Habana al condonarse sus adeudos con Pemex y la mayor parte de sus pasivos históricos con Bancomext, reestructurando el saldo pendiente para incentivar el flujo comercial entre ambas naciones.
La relación diplomática ha estado marcada por una constante de encuentros presidenciales desde la visita de Luis Echeverría en 1975, pasando por gestiones de diversos mandatarios que incluyeron desde momentos de tensión diplomática hasta cumbres de alto nivel. Respecto a la postura internacional de México, Sheinbaum subrayó: “Esto es importante porque la relación México-Cuba es histórica. México fue el único país que se opuso en el primer momento al bloqueo (de Estados Unidos). No es una situación nueva. Y todo se hace en el marco de la ley y también por motivos humanitarios con el pueblo de Cuba”.
Finalmente, tras confirmar que por ahora no tiene programado un viaje a la isla, la Presidenta instruyó a Pemex para que se transparenten las cifras exactas del volumen enviado y los costos operativos asociados al traslado y descarga de los cargamentos. Al reafirmar la validez de estas acciones, la mandataria insistió en que “Todo es legal, y es parte de algo que se viene haciendo con Cuba desde hace mucho tiempo”, apelando a la larga tradición de política exterior mexicana.

