Un saldo trágico de una persona fallecida y decenas de hogares siniestrados dejaron las intensas precipitaciones que azotaron los municipios de Catemaco y Ángel R. Cabada durante la madrugada de este jueves. El desbordamiento de diversos cuerpos de agua en la zona de Los Tuxtlas provocó que varias comunidades quedaran aisladas, lo que obligó a una respuesta inmediata de los cuerpos de auxilio ante la magnitud de los anegamientos y daños materiales reportados por las autoridades locales.
En respuesta a la emergencia, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional pusieron en marcha el Plan DN-3-E en localidades como Chimalpai, Rinconada Escobilla y Trópico, dentro de la demarcación de Ángel R. Cabada. Los efectivos militares se enfocaron en labores de limpieza de escombros, retiro de fango y remoción de árboles derribados para asistir a las familias cuyas viviendas resultaron severamente dañadas. Particularmente en Trópico, se reportó que al menos seis residencias sufrieron afectaciones importantes, por lo que se mantuvo una vigilancia estrecha en coordinación con brigadas federales.
La fatalidad se registró en la comunidad de Arroyo Seco, perteneciente a San Andrés Tuxtla, donde un adulto de 62 años perdió la vida. El hombre, identificado como Panuncio N, fue sorprendido por la crecida de un vado que intentaba cruzar a caballo, siendo ambos arrastrados por la fuerza de la corriente. Tras un intenso operativo de localización, los rescatistas hallaron el cuerpo del jinete y del animal en las cercanías de una caída de agua natural algunas horas más tarde.
Por otro lado, en el municipio de Catemaco, las lluvias persistentes desde el inicio de la semana causaron estragos en el poblado de La Palma, donde el lodo y el agua invadieron domicilios en las partes bajas, arruinando muebles y electrodomésticos que quedaron amontonados en las vialidades. A pesar del panorama de desastre en los caminos rurales, la Secretaría de Protección Civil del estado acudió al sitio para evaluar los daños, asegurando que “la situación está bajo control” y confirmando que los niveles de los ríos comenzaron a descender hacia su estado habitual sin registrarse heridos adicionales.
Estos incidentes se suman a una racha de eventos climáticos adversos que han golpeado a Veracruz en meses recientes. Tan solo en noviembre, el frente frío número 16 dejó otra víctima mortal y cientos de casas dañadas en Jesús Carranza y Xalapa, mientras que en octubre, los municipios de Álamo de Temapache y Poza Rica enfrentaron inundaciones críticas que cobraron la vida de 35 personas. Estos antecedentes, junto con los daños provocados por la onda tropical 20 en agosto, subrayan la vulnerabilidad de la entidad ante los constantes fenómenos meteorológicos que han afectado a gran parte del territorio veracruzano este año.