Imágenes antes y después del paso del huracán Otis por Acapulco

Imágenes antes y después del paso del huracán Otis por Acapulco

La ciudad de Acapulco, hogar de casi un millón de personas, enfrenta desafíos sin precedentes tras el paso del huracán Otis a finales de octubre. Imágenes satelitales muestran impactantes cambios en la región antes y después del evento climático, resaltando la devastación causada por Otis.

Antes de Otis

El sensor OLI (Operational Land Imager) del Landsat 8 capturó una imagen de Acapulco y sus alrededores antes del huracán el 21 de septiembre de 2023, mientras que el sensor OLI-2 del Landsat 9 registró la imagen posterior al paso de Otis el 31 de octubre.

Después de Otis

Una semana después del huracán, los efectos de la tormenta aún son visibles en la Laguna de Tres Palos, donde la escorrentía de sedimentos debido a las intensas lluvias sigue siendo evidente. Los huracanes, como Otis, son conocidos por perturbar los bosques templados y tropicales en las regiones costeras de América del Norte y Central. Los fuertes vientos arrancan hojas y rompen ramas, mientras que la lluvia y el viento combinados facilitan la caída de árboles, especialmente en áreas montañosas.

El daño a la vegetación en las montañas que rodean Acapulco es particularmente notable en las imágenes satelitales. Los árboles en elevaciones elevadas y pendientes pronunciadas son más vulnerables debido a la exposición a altas velocidades del viento.

La profesora de ecología de la Universidad de Puerto Rico, Jess Zimmerman, ha estudiado los cambios en la composición de los árboles después de huracanes similares. Tras examinar las imágenes recientes, Zimmerman afirmó que los daños son “sin duda culpa del huracán”.

En investigaciones anteriores, Zimmerman y su equipo utilizaron imágenes de satélite para estimar los daños causados por el huracán María en Puerto Rico en 2017. Descubrieron que cerca del 25% de la biomasa forestal se perdió debido a la tormenta, especialmente en áreas con altas precipitaciones. También señalaron que el aumento en la intensidad y frecuencia de los ciclones tropicales podría reducir la capacidad de los bosques tropicales para capturar carbono.

La comunidad de Acapulco se enfrenta a la ardua tarea de la recuperación tras el impacto de Otis, mientras los científicos continúan estudiando y documentando los efectos de los huracanes en los ecosistemas costeros de América del Norte y Central.

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