La saga de Venom culminó su historia en solitario con el estreno de Venom: El Último Baile, consolidando el éxito de una franquicia que ha sabido capturar a una audiencia fiel a través de la mezcla de acción y humor oscuro. Protagonizada por Tom Hardy, la película alcanzó rápidamente los 300 millones de dólares en la taquilla global, sobrepasando con creces su presupuesto de 120 millones de dólares, según cifras de Box Office Mojo.
Desde la primera entrega de Venom en 2018, la historia del simbionte logró sorprender en la taquilla con una recaudación mundial de 856 millones de dólares, a pesar de opiniones mixtas. La secuela, Venom: Carnage Liberado, continuó el éxito en 2021, recaudando 506 millones de dólares y superando las dificultades impuestas por la pandemia. La creciente popularidad del personaje y su universo colocaron a Venom como una franquicia destacada en el género de superhéroes y consolidaron su atractivo entre los fanáticos de los antihéroes.
El carisma y entrega de Hardy fueron clave en el éxito de Venom, gracias a su interpretación dual de Eddie Brock y el simbionte, donde logró plasmar una relación compleja y entretenida entre humano y alienígena. Su habilidad para equilibrar la acción y la comedia fortaleció la conexión con la audiencia y construyó un fandom sólido, que creció con cada entrega y demostró su lealtad en las taquillas de todo el mundo.
A pesar de que Venom: El Último Baile marca el final de la historia de Eddie Brock en solitario, Marvel ha dejado abierta la posibilidad de que el personaje regrese en otras producciones. Con el desarrollo del multiverso, los seguidores de Venom mantienen la esperanza de que el antihéroe vuelva en el futuro, posiblemente junto a otros personajes icónicos del universo Marvel.
Así, aunque esta entrega representa una despedida para la historia de Eddie Brock, el legado de Venom sigue vivo, y su participación en el vasto multiverso de Marvel asegura que su presencia puede continuar sorprendiendo en nuevas aventuras.