Judith Franco Ainza
Luce alumbrado público navideño de primer mundo
Confieso que una de mis épocas preferidas es la decembrina, me gusta disfrutar de los adornos navideños, regalos, convivencia y hasta del frío, por lo que el pasado sábado tuve oportunidad de recorrer la decoración que se colocó en la zona de Palacio Municipal, la plaza Zaragoza y el Parque Madero, que hasta supera a ciudades de otros países.
Realmente, el presidente municipal, Antonio Astiazarán y el personal de la Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático, se anotaron un gran éxito con los adornos que son un oasis para las familias aquejadas por múltiples problemáticas que, al acudir a estos lugares, incluso de día, se sienten motivados e impregnados del espíritu navideño.
El decorado en el Parque Madero es hermoso, ideal para tomarse múltiples fotografías con la familia y plasmar hermosos recuerdos de esta época, y, sobre todo, que los más pequeños del hogar quedarán impresionados con los mismos.
Nos tocó ver a familias, y sobre todo a parejas de jóvenes que aprovecharon el escenario para declararse, uno de ellos con un enorme ramo de rosas rojas, que aunado al ambiente pues emocionó más a la feliz novia.
La Plaza Zaragoza también está hermosa, al igual que el callejón Hidalgo, con el túnel para automovilistas y peatones puedan tomar videos e imágenes inolvidables.
Sin embargo, como siempre, tenemos que ver el “prietito en el arroz” y es que es muchísima la gente que acude sobe todo a Catedral y el domingo nos tocó ver que los botes de basura estaban rebosados.
En los alrededores del quiosco no había un lugar en donde no se platos y envolturas de desechos, lo que nos indica que como sociedad seguimos siendo “cochinones”.
También lo que nos extrañó fue ver la ausencia de adornos navideños en los bulevares, tal vez porque todo se concentró en el centro cívico, que insisto, quedó maravilloso.
Falta cultura cívica, bromistas ocasionan movilización en el Cereso
La tarde de este domingo se registró una gran movilización de elementos de Seguridad en el exterior del Centro de Reinserción Social (Cereso) número uno de esta capital, a donde acudieron policías, militares, mientras que familiares que se encontraban en la visita quedaron confinados mientras se realizaban maniobras porque se alertó por una supuesta bomba.
De más está decir que el hecho fue resultado de algún bromista, pero ocasionó zozobra y temor entre quienes estaban en el interior sin saber lo que pasaba, así como por quienes transitaban y observaban la gran movilización de elementos de seguridad de todos los niveles.
Lamentablemente, este tipo de hechos, no crea que es el primero, sino que a diario los elementos de Bomberos de Hermosillo, así como de la Policía Municipal, son alertados sobre diversos siniestros y tienen que acudir, con el desgaste y riesgo que ello implica, para encontrarse con que fueron falsas alarmas.
Realmente nos falta mucha responsabilidad social y que tomemos en cuenta el riesgo que ocasionamos al hacer llamadas de broma, porque se pueden dejar de atender verdaderas urgencias, como lo han señalado en reiteradas ocasiones los encargados de las distintas corporaciones de auxilio.
Ni qué decir de la falta de cultura de los automovilistas para ceder el paso a una unidad de auxilio, porque muchísimos ni cuenta se dan porque circulan con los audífonos a todo volumen y no escuchan las sirenas, lo que también ocasiona que los tiempos de respuesta se retrasen, pero eso será tema para otra entrega, porque se nos acabó el espacio.
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