El equipo de Denver se impuso por 38-0 a los campeones de la NFL que jugó con sus suplentes
Agencias
El novato Bo Nix estableció un récord de franquicia al completar sus primeros 18 pases y los Broncos de Denver terminaron una sequía de ocho años sin playoffs este domingo al aplastar 38-0 a los suplentes de los Jefes de Kansas City.
Los Broncos (10-7) rompieron una racha de dos derrotas y enterraron casi una década de frustraciones al regresar a la postemporada por primera vez desde que ganaron el Super Bowl 50 tras la temporada de 2015.
Visitarán a los Bills de Búfalo (13-4) en la Ronda de Comodines el próximo fin de semana después de propinar a los Jefes, campeones del Super Bowl en dos ocasiones consecutivas (15-2), su primer partido sin anotar desde el 16 de diciembre de 2012, en Oakland.
Habiendo ya asegurado el sembrado número uno de la AFC y el único descanso en la primera ronda en su búsqueda de un triplete sin precedentes, el entrenador en jefe de los Chiefs, Andy Reid, dejó en la banca a Patrick Mahomes, Travis Kelce y a varios otros titulares.
Carson Wentz fue el quarterback titular y no lució en su primera participación extendida desde la Semana 18 con Carneros de Los Ángeles la temporada pasada. Completó 10 de 17 pases para 98 yardas y fue capturado cuatro veces por la mejor defensiva contra el pase de la liga (62 capturas).
Nix lanzó para cuatro touchdowns, sumando 29 en la temporada, la segunda mayor cantidad para un novato en la historia de la NFL, solo detrás de los 31 de Justin Herbert en el 2020.
Terminó completando 26 de 29 para 321 yardas, y sus 18 pases completos consecutivos también fueron la cifra más alta para un quarterback de los Broncos. Nix conectó dos veces con Marvin Mims, cinco veces con Courtland Sutton (para 98 yardas) y con Devaughn Vele para anotar.
La derrota de los Jefes terminó su racha de seis victorias consecutivas, pero eliminó la posibilidad de que tuvieran que enfrentarse posiblemente al quarterback de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, en algún punto de los playoffs.
Los Bengalíes, que ganaron su quinto juego consecutivo el sábado por la noche en Pittsburgh, necesitaban que Denver perdiera para tener la oportunidad de colarse en los playoffs con un récord de 9-8.
