Como parte de sus primeras acciones en el cargo, la presidenta Claudia Sheinbaum dio inicio al programa “Sí al desarme, sí a la paz”, diseñado para reducir los índices de violencia en el país. El evento se llevó a cabo en el atrio de la Basílica de Guadalupe, donde Sheinbaum estuvo acompañada por monseñor Efraín Hernández, rector del templo mariano, así como por otros líderes religiosos, como monseñor Salvador González y monseñor Héctor Mario Pérez.
La presencia de la mandataria en un lugar tan emblemático marca un contraste con las tensiones que el expresidente Andrés Manuel López Obrador tuvo con la Iglesia católica, especialmente en torno a temas como la violencia y la democracia.
Sheinbaum agradeció la colaboración de las autoridades eclesiásticas y expresó su compromiso de llevar paz y seguridad a cada rincón del país. “Lo que haga falta por llevar seguridad, paz a cada rincón, de cada municipio y estado de nuestro país”, declaró.
El programa, que fomenta el intercambio de armas por incentivos económicos, busca reducir la violencia al retirar estos instrumentos de los hogares sin investigar su procedencia. Además, promueve la entrega de juguetes didácticos a cambio de juguetes bélicos, fomentando una cultura de paz desde la infancia. “¿Para qué enseñar a nuestros hijos algo que tenga que ver con la violencia?”, cuestionó la presidenta.
Sheinbaum también expuso los cuatro pilares de su estrategia de seguridad: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y coordinación entre las fuerzas federales y locales.
El evento destacó la colaboración con instituciones religiosas en la construcción de paz. “Hoy agradecemos estar aquí, en la Basílica de Guadalupe, un lugar tan simbólico, y a las autoridades de la Iglesia católica por su apoyo en esta causa”, expresó Sheinbaum.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, resaltó los logros alcanzados en la capital bajo este modelo, que ahora se implementará a nivel nacional. Entre 2019 y 2024, los delitos de alto impacto disminuyeron un 57%, mientras que los homicidios diarios se redujeron en un 40%.
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, subrayó la importancia del programa y anunció que también buscarán sumar a líderes de otras denominaciones religiosas para ampliar el alcance de la estrategia. “Las armas de fuego no resuelven conflictos, los agravan. Nuestro México no está condenado a la guerra, México está destinado a la paz”, afirmó.
La iniciativa refleja el compromiso del gobierno de Sheinbaum con la construcción de un país más seguro y con menos violencia, destacando que cada arma retirada representa una vida salvada o un delito evitado.