En Los Ángeles, los equipos de bomberos trabajan contrarreloj este lunes 13 de enero para controlar las líneas perimetrales de dos incendios forestales de gran magnitud que llevan siete días arrasando la región. Ante la amenaza de vientos más intensos pronosticados hasta el miércoles, las autoridades temen que las llamas puedan avivarse nuevamente.
“Los vientos fuertes podrían complicar significativamente las labores de contención”, indicó un portavoz del cuerpo de bomberos, mientras cientos de efectivos continúan desplegados en el terreno. Hasta el momento, las cifras oficiales reportan al menos 24 muertes confirmadas a causa de los incendios. Sin embargo, la preocupación crece por el paradero de 16 personas que permanecen desaparecidas.
Los esfuerzos de los bomberos se centran en prevenir la expansión del fuego hacia zonas habitadas, mientras las condiciones climáticas adversas desafían las estrategias de mitigación. Las autoridades locales han instado a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de evacuación en caso de emergencia. El impacto de estos incendios sigue dejando una huella devastadora en la región.
