En medio del operativo realizado la semana pasada en Culiacán, Sinaloa, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de la facción “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa, logró evadir su captura presuntamente a través de un túnel ubicado en una vivienda de la colonia Tierra Blanca. Durante el despliegue de seguridad, elementos a cargo del secretario Omar García Harfuch lograron la detención de dos de sus principales colaboradores: José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Guerito”, y Kevin Alonso Gil, conocido como “El 200”.
El fin de semana pasado, agentes de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) de la FGR realizaron un cateo en la zona, donde descubrieron un túnel de más de 700 metros de longitud. Aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente la versión de la fuga, diversas fuentes sugieren que Iván Archivaldo, al igual que su padre en el pasado, utilizó esta vía subterránea para escapar, incluso después de haber resultado herido durante el enfrentamiento.
Un video difundido por el medio Adiscusión Diario muestra que, la noche del 20 de febrero, Guzmán Salazar habría huido junto a su escolta y mano derecha, Eric Bastidas “El 09”, utilizando una ruta subterránea conectada a una casa en el norte de la ciudad.
El periodista José Luis Montenegro, en un reporte para Aristegui Noticias, indicó que durante el operativo, fuerzas militares lograron capturar a figuras del crimen organizado aún más relevantes, como Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, colaborador cercano de los hermanos Guzmán.
Montenegro también señaló que el despliegue en Tierra Blanca llevó a la incautación de cuatro inmuebles, dos de los cuales contaban con túneles. Hasta el momento, las autoridades no han determinado si estos pasajes estaban conectados a la red de drenaje de la ciudad ni han revelado si en el lugar se encontraron armas, drogas u otros materiales ilegales.
Este método de escape recuerda la icónica fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015, cuando, con 58 años, logró evadirse del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel de 1.5 kilómetros que conectaba con su celda.
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