La American Society of Mexico estima que solo el 15 por ciento del comercio total entre México y Estados Unidos, aquel que no cumple con las reglas de contenido del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), enfrentará aranceles del 30 por ciento. Así lo aseguró Larry Rubin, presidente de la organización, durante la presentación de su informe sobre una reciente misión a Washington, donde sostuvo reuniones de alto nivel con actores clave de Estados Unidos.
Rubin afirmó que todo lo que se negocia bajo el T-MEC estará exento de aranceles. Explicó que los esfuerzos en Washington, en colaboración con empresarios de ambos lados de la frontera, se han centrado en garantizar que todo lo cubierto por el T-MEC permanezca libre de gravámenes, manteniendo el tratado como el instrumento central de la relación trilateral. De esta manera, la mayor parte del comercio entre las dos naciones estará protegido por el acuerdo comercial y continuará sin arancel.
“Lo único que quedaría pendiente es esa negociación de lo que no entra en el T-MEC, estamos hablando de alrededor de un 15 por ciento del comercio total y habrá formas de introducirlo al tratado más adelante”, consideró Rubin, señalando que “no se ha separado el tema de seguridad y comercio”. Por lo tanto, a partir del 1 de agosto, todo lo que esté dentro del T-MEC estará blindado de cualquier arancel.
El empresario consideró que, para lo que resta de la administración Trump, la negociación sobre la aplicación de aranceles a sectores específicos será parte de una “conversación continua”, con el objetivo de reducir o eliminar estos gravámenes. Por ello, se mantendrán las conversaciones sobre el jitomate. No obstante, ve complicadas las negociaciones sobre los aranceles al acero y aluminio, aunque México tiene una ventaja debido a su fuerte integración en las cadenas de valor de esta industria.
Si bien 2026 se anticipa como un periodo para la revisión técnica del T-MEC, Larry Rubin previó que, a pesar de que Donald Trump ha llamado a una renegociación, la ventaja es que ya no se habla de acuerdos bilaterales, sino regionales, y que el sector empresarial de los tres países mantenga un frente común.
“El presidente Trump ha sido muy claro en que él buscará renegociar ciertos términos del T-MEC, habrá que ver qué opinan también los socios. Lo más importante es que se dé la alineación empresarial y así a su vez se busque la alineación del lado político”, aseveró Rubin. Reconoció que la seguridad es un tema central en la agenda del presidente Trump y que la discusión en temas de seguridad no se ha separado del comercio.
“La discusión, aunque nosotros quisiéramos que no fuera parte, entre seguridad y comercio seguirá siendo parte de la conversación. Hemos empujado mucho los temas comerciales en Estados Unidos sobre los avances que los empresarios en ambos países han tenido para fortalecer los dos mercados y crear las cadenas de valor, que están arraigadas, y quisiéramos que no haya aranceles, pero la administración busca establecer aranceles con todos los países del mundo”, concluyó Rubin.
Al ser cuestionado sobre el acercamiento de México con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el empresario recomendó a México evitar la proximidad con los países miembros, particularmente con Rusia y China, a quienes calificó como antagonistas geopolíticos y económicos de Estados Unidos. Aunque en Estados Unidos se ha interpretado como una invitación de Brasil a México, Rubin sugirió que sería mejor evitar acercamientos con China y Rusia.