Una faceta introspectiva y centrada en la plenitud sentimental es la que proyecta actualmente la vedette de origen cubano, quien ha decidido compartir los pormenores de su compromiso con Bruno Espino. Durante una entrevista concedida a TVyNovelas, la bailarina reveló que el 1 de agosto de 2026 es el día elegido para formalizar su unión, una fecha cargada de simbolismo para la pareja. Según explicó la propia artista, “La boda será el 1 de agosto de 2026. Tenemos planeado casarnos el día que todo comenzó, cuando cumplamos dos años juntitos”.
A sus 58 años, quien fuera una de las figuras más polémicas del espectáculo mexicano asegura estar viviendo una etapa de madurez emocional que ha transformado su visión del compromiso. Alejada de los conflictos mediáticos, confesó que este vínculo posee una profundidad que no había experimentado previamente, admitiendo que “A esta edad todavía siento nervios, como si fuera la primera vez porque es una relación diferente, con matices distintos”. Esta nueva versión de sí misma surge tras un periodo de escepticismo respecto a los asuntos del corazón.
La relación, que se originó en 2024 gracias a la intervención de un conocido mutuo, ha servido como un proceso de sanación para la actriz. Ella reconoció abiertamente que antes de la llegada de Espino, se encontraba en un punto de quiebre emocional, afirmando que “Yo había perdido la ilusión y la fe en las relaciones de pareja, en el amor”. No obstante, la presencia de su actual pareja ha sido fundamental para recuperar la confianza, pues para ella “Él no solo es el hombre para mi intimidad, también es mi compañero de vida, es el hombre que me enseñó a direccionarme por lo perdida que me encontró con relación a las experiencias del pasado, la falta de credibilidad”.
Pese a que entre ambos existe una brecha cronológica de dos décadas, la diferencia de edades no representa un obstáculo ni una preocupación para la vedette. Por el contrario, la artista aprovecha cada oportunidad para manifestar el orgullo que siente por su vitalidad y apariencia física en esta etapa de su vida. Respecto a las críticas o prejuicios sobre la vejez, sentenció de manera contundente: “Jamás le he tenido miedo a la edad, más bien la presumo porque mi orgullo es decir que tengo 58 años y que muchas veinteañeras quisieran verse tan perras, tan bellas y felices como yo”.

