Al sonar “La Mudanza” en los altavoces, miles de asistentes iniciaron un movimiento colectivo e intenso, marcando el explosivo comienzo del primero de ocho conciertos que Bad Bunny ofreció este miércoles en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México. El sudor ya corría cuando el público recibió las primeras luces del espectáculo. La multitud perreaba a gritos, creando un flujo constante de brazos y caderas en un balance perfecto de caos coordinado, mientras el humo se elevaba y los destellos rebotaban en la humedad. “¡Mira, ya empezó el mar de traseros!”, gritó Mariana, de 22 años.
Así arrancó la gira Debí Tirar Más Fotos, nombre homónimo de su álbum lanzado en enero. El primer segmento del show fue un recorrido sin interrupciones, con temas como “Pitorro de coco”, “Weltita”, “Turista”, “Baile inolvidable” y “Nuevayol”. Entre las canciones, apareció el personaje del Sapo Concho en un interludio, provocando risas y aplausos. “Yo no escucho reguetón, pero hoy me vale”, admitió Mariela, de 56 años, “Perreo con dignidad, pero perreo”.
La segunda parte introdujo en escena a la famosa “La Casita”, un escenario secundario ubicado en la zona General B, diseñado como la réplica de una vivienda típica del campo puertorriqueño. Más que un elemento decorativo, la estructura, inspirada en una casa real de Humacao, se erigió como un puente sensorial que acercó la esencia del Caribe, siendo considerado uno de los momentos más simbólicos del acto. Quienes se encontraban en la zona general vivieron un recorrido agotador, sorteando la multitud para no perderse ningún ritmo, que varió entre reguetón, salsa y otros géneros. Con “Veldá”, “Tití me preguntó”, “Neverita”, “Si veo a tu mamá” en versión techno y “Voy a llevarte pa’ PR”, los seguidores más jóvenes sintieron que mantenían una conversación íntima con el Conejo Malo.
Entre ovaciones y gritos, se sumaron éxitos como “Me porto bonito”, “Bichiyal”, “Yo perreo sola”, “Efecto”, “Safaera”, “Diles”, “Mónaco”, la canción sorpresa “Te deseo lo mejor”, “Café con ron” y “Ábreme paso”. La tercera parte del concierto regresó al escenario principal con otro interludio que asombró a la audiencia. Sonaron temas como “Ojitos lindos”, “La canción”, “Kloufrens”, “Bokete”, “Dákiti”, “Tarot”, “No me conoce”, “Cómo se siente remix”, “El apagón”, “DtMF” y “Eoo”. “No sé si realmente viajé a Puerto Rico… pero salí diferente”, comentó una joven agotada y feliz.
Desde temprano, las inmediaciones del Estadio GNP Seguros estaban rodeadas por largas filas. Grupos de amigos llegaban con hieleras, mantas y pancartas hechas a mano; algunos lucían botas plateadas, uñas de neón, bandanas de la bandera boricua y camisetas con el rostro de Bad Bunny. Varios fanáticos incluso acamparon 72 horas antes de la función. “Vine desde Tijuana, gasté como 40 mil pesos, pero tenía que verlo. Él es… no sé, mi soundtrack vital”, relató Danna, de 20 años. Felipe, de 22, proveniente de Chiapas, aseguró que la experiencia “vale cada kilómetro, esto es otra dimensión”.
El cantante y compositor Benito Antonio Martínez Ocasio (Vega Baja, Puerto Rico, 1994), conocido como Bad Bunny, se consolidó en 2025 como el artista más reproducido del mundo, superando los 19 mil 800 millones de streams en Spotify. Su gira Debí Tirar Más Fotos continuará el próximo año en países como Perú, Brasil, Australia, España, Alemania, Londres, Países Bajos, Francia y Suecia.
A pesar del éxito, la logística del evento generó cierta controversia cuando la promotora Ocesa anunció ajustes en el Estadio GNP Seguros, incluyendo la colocación de La Casita y la habilitación de la sección Los Vecinos detrás del escenario principal. Mientras algunos criticaron esta disposición, otros celebraron la intención de acercar el espectáculo a todos los sectores, si bien Ocesa advirtió sobre los cambios y la posibilidad de solicitar reembolsos. El impacto económico del artista también fue notable: la Cámara Nacional de Comercio estimó que los ocho conciertos generarán 3 mil 228 millones de pesos, impulsados por la venta de entradas, alimentos, bebidas y la ocupación hotelera, proyectada hasta en un 90 por ciento en las zonas cercanas. Tras la primera noche, se espera que las funciones programadas para los días 11, 12, 15, 16, 19, 20 y 21 de diciembre reúnan entre 500 mil y 520 mil asistentes, procedentes tanto de la capital como de otros estados y países. El concierto culminó entre gritos, aplausos, canciones y una brisa húmeda, dejando gargantas agotadas, movimientos explosivos y un mar de luces.