Durante una intervención táctica en el municipio de Navolato, Sinaloa, las Fuerzas Armadas mexicanas abatieron a Jorge Humberto Figueroa Benítez, mejor conocido como “El Perris” o “El 27”, presunto operador clave de la facción criminal conocida como Los Chapitos.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch, confirmó esta mañana que el operativo fue resultado de una acción planificada como parte de la estrategia federal para reforzar la seguridad en Sinaloa. De acuerdo con su declaración, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron atacados y respondieron “en legítima defensa” al fuego abierto por Figueroa Benítez y sus acompañantes en la comunidad de Bariometo.
“Como parte de la estrategia para construir la paz en Sinaloa, se llevó a cabo una operación para detener a Jorge Humberto “N”, alias “El Perris”, elementos de @Defensamx1 fueron fuertemente atacados por hombres armados, por lo que tras repeler la agresión, en legítima defensa, perdió la vida dicho sujeto identificado como uno de los principales generadores de violencia en la entidad”, publicó el titular de la SSPC en su cuenta oficial de X.
La movilización de las Fuerzas Especiales del Ejército, que incluyó el despliegue de vehículos blindados y helicópteros artillados, causó alarma entre los habitantes de la zona, quienes reportaron intensas ráfagas de disparos y vuelos a baja altitud. A través de videos difundidos en redes sociales se pudo observar el desarrollo del operativo, inicialmente percibido por los pobladores como un posible enfrentamiento entre bandas rivales.
Autoridades federales aclararon posteriormente que la operación fue controlada, con una planificación precisa y sin consecuencias para la población civil. Fuentes oficiales confirmaron a Infobae México que el abatido era el objetivo principal del operativo, lo cual indica que se trató de una acción enfocada a desarticular estructuras de alto nivel dentro del crimen organizado en la región.
La acción conjunta fue llevada a cabo por el Ejército Mexicano en coordinación con la Guardia Nacional y fuerzas estatales, y se enmarca en los esfuerzos del gobierno federal por reducir los niveles de violencia en zonas prioritarias del país.