Apenas unas horas después de que se hiciera público el fallecimiento de un médico residente del IMSS presuntamente a causa de acoso laboral y un entorno tóxico, otro golpe sacudió a la institución: personal médico y pacientes de la Clínica 28 en Monterrey fueron víctimas de un asalto armado durante el turno nocturno.
El ataque ocurrió en la unidad ubicada en Avenida Penitenciaría y Fidel Velázquez, en la colonia Bernardo Reyes, al norte de la ciudad, y dejó como saldo el robo de seis teléfonos celulares, dinero en efectivo, dos cadenas de oro, tres bolsos de mujer y hasta un vehículo, presuntamente propiedad de un médico.
El hecho inició cuando un hombre de aproximadamente 35 a 40 años ingresó fingiendo ser paciente. Alegó tener un clavo incrustado en la rodilla y solicitó atención médica urgente. Al ser canalizado a un consultorio y justo cuando la doctora comenzaba a atenderlo, el sujeto la sometió y reveló que se trataba de un asalto, exclamando: “esto es un asalto”.
Simultáneamente, otro hombre irrumpió en la sala de espera profiriendo amenazas y despojando de sus pertenencias a las personas que se encontraban allí. Ambos individuos actuaron con violencia, encerrando al personal médico en el baño antes de huir con el botín. Las víctimas relataron haber sentido verdadero pánico por su integridad ante la agresividad de los delincuentes.
Esta clínica, enclavada en una zona con antecedentes de inseguridad, ya había sido objeto de llamados urgentes por parte de los trabajadores, quienes desde tiempo atrás exigían mayores medidas de protección, sobre todo durante los turnos nocturnos. El asalto refuerza los reclamos del personal médico, que ahora no solo enfrenta presiones laborales internas, sino también peligros externos que comprometen su seguridad física y la de sus pacientes.