La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunció el retiro del plantón que mantuvo durante más de tres semanas en el Zócalo de la Ciudad de México, declarando el repliegue táctico de su jornada de lucha, pero reiterando su firme rechazo a la Ley del ISSSTE de 2007 y advirtiendo que su movilización continuará.
El anuncio fue acompañado de una multitudinaria marcha desde el Ángel de la Independencia, culminando con un mitin frente a Palacio Nacional, donde los líderes sindicales aseguraron: “no vamos a claudicar en nuestra exigencia de abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Y en esa lucha no estamos ni derrotados ni cansados”. También lanzaron un mensaje directo a la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien advirtieron que seguirán sus pasos para exigirle el cumplimiento de sus compromisos de campaña.
El descontento con el gobierno federal se ha intensificado entre el magisterio, que afirma haber sido ignorado en su demanda principal. Durante la movilización, dirigentes de diversas secciones del país subrayaron que su protesta es legítima, impulsada por la demanda de una pensión digna y no por intereses políticos. “No veníamos a pedir limosnas”, afirmaron los representantes de estados como Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Michoacán y Zacatecas.
Durante el transcurso de la marcha, un grupo de integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) se separó del contingente principal y protagonizó actos vandálicos en la Torre del Bienestar, causando daños en puertas, ventanas y la recepción del inmueble. El ataque provocó pánico entre los ciudadanos que se encontraban realizando trámites, quienes se refugiaron en edificios cercanos o dentro del propio inmueble.
Este episodio se suma a acciones recientes como intentos de irrupción en la Secretaría de Gobernación y un incendio en oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), hechos que fueron condenados por autoridades federales. La secretaria general de la Ceteg, Elvira Veleces, respondió a las críticas asegurando que “violencia estructural es cuando nos condenan a recibir una pensión miserable” y cuestionó el doble rasero con que se juzgan las protestas del magisterio.
El repliegue comenzó a evidenciarse desde la tarde de ayer, cuando decenas de maestros comenzaron a empacar casas de campaña y pertenencias, dejando medio vacío el Zócalo capitalino. Sin embargo, la CNTE insiste en que su lucha continúa, y rechazó por completo la propuesta gubernamental basada en cinco ejes, calificándola como insuficiente y excluyente. Según sus cálculos, más del 80 por ciento de los docentes quedaría fuera de los beneficios propuestos, viéndose obligados a jubilarse hasta los 65 años y con pensiones insuficientes.
Aunque el plantón se desmantela, la CNTE reafirma que su resistencia sigue vigente, y promete mantener la presión en todos los frentes posibles hasta lograr una verdadera reforma que restituya los derechos del magisterio.