La Fuerza Aérea de Corea del Sur detuvo casi todas sus operaciones de vuelo este jueves, luego de que un error durante un ejercicio de tiro real en la ciudad de Pocheon provocara un bombardeo accidental que dejó 29 heridos, entre ellos 15 civiles y 14 soldados.
De acuerdo con un oficial de la Fuerza Aérea, solo se mantienen en operación las aeronaves asignadas a misiones de reconocimiento o aquellas en alerta para emergencias. La medida, implementada como respuesta inmediata al incidente, fue reportada por la agencia de noticias Yonhap.
El accidente ocurrió por la mañana en el Campo de Entrenamiento de Tiro Seungjin, a unos 50 kilómetros al norte de Seúl, cuando dos cazas KF-16 lanzaron un total de ocho bombas MK-82. Sin embargo, estos proyectiles impactaron fuera del área de práctica, alcanzando una zona residencial y causando daños en varias viviendas.
El Ministerio de Defensa confirmó que, además de los civiles afectados, 14 militares resultaron heridos. Nueve de los lesionados siguen en tratamiento, con dos en estado grave, mientras que el resto ha sido dado de alta.
Durante una conferencia de prensa, un portavoz de la Fuerza Aérea explicó que, según el testimonio de uno de los pilotos involucrados, el incidente se debió a un error en la introducción de coordenadas de ataque al momento de la preparación del vuelo. No obstante, el Ministerio de Defensa anunció que la investigación sigue en curso para determinar si hubo otros fallos en los protocolos de seguridad y prevenir futuros accidentes.
El suceso ocurre a pocos días del inicio del ejercicio militar conjunto Freedom Shield, que Corea del Sur y Estados Unidos llevarán a cabo a partir del próximo lunes. A pesar de la preocupación generada por el incidente, el Ministerio de Defensa confirmó a la agencia EFE que estas maniobras no sufrirán modificaciones y se desarrollarán según lo programado.
Las autoridades surcoreanas expresaron su “profundo pesar” por lo sucedido y aseguraron que se implementarán las medidas necesarias para esclarecer el caso. Además, reiteraron su compromiso de compensar a los afectados y reforzar los protocolos de seguridad en futuros ejercicios militares.
El uso de bombas MK-82, como las involucradas en este accidente, ha sido objeto de restricciones en zonas densamente pobladas debido a su alto potencial destructivo. Perteneciente a la familia de explosivos Mark 80, esta bomba de caída libre de 227 kilogramos ha sido ampliamente utilizada en conflictos a nivel mundial. Su carga de Tritonal, una mezcla de TNT y aluminio, genera una explosión con un alto nivel de fragmentación, capaz de crear cráteres de hasta 12 metros de diámetro y causar daños en un radio superior a 200 metros.
Debido a su letalidad y capacidad destructiva, los protocolos de seguridad en su uso son estrictos, razón por la cual el incidente en Pocheon ha generado un fuerte impacto en la opinión pública y en las fuerzas armadas de Corea del Sur.