Un arsenal de objetos de valor, que incluye 62 motocicletas de gama alta, obras de arte, dos vehículos y un par de medallas olímpicas, fue incautado por fuerzas federales en una acción conjunta de seguridad. En estas diligencias, donde participaron la Fiscalía General de la República junto con elementos de la Marina, la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, también se recolectaron municiones, un cargador y documentos diversos. Todo este patrimonio se presume propiedad de Ryan James Wedding, antiguo monarca olímpico de snowboard de origen canadiense, a quien la justicia de Estados Unidos vincula estrechamente con operaciones del Cártel de Sinaloa.
El equipo de seguridad nacional reveló que los operativos consistieron en diez inspecciones judiciales realizadas estratégicamente en el Estado de México y la capital del país. De acuerdo con los informes oficiales, lo “asegurado está relacionado con un exatleta olímpico que es de los 10 fugitivos más buscado por autoridades estadounidenses”, subrayando que Wedding es señalado por las cortes norteamericanas como el cabecilla de una organización global dedicada al trasiego de estupefacientes en alianza con el grupo criminal sinaloense.
La desarticulación de estos puntos logísticos fue posible gracias al intercambio de información entre naciones para la captura de objetivos prioritarios. Las dependencias mexicanas detallaron que “derivado de la cooperación bilateral para detener a personas requeridas por autoridades de otros países, se desarrollaron líneas de investigación sobre un exatleta de nacionalidad extranjera relacionado con actividades delictivas de carácter trasnacional”. Este seguimiento técnico permitió ubicar los sitios específicos donde presuntamente se coordinaban acciones fuera de la ley.
Tras el análisis de la inteligencia obtenida, se procedió a la intervención legal de los predios tras obtener el respaldo jurídico necesario. Las autoridades informaron que “Con ello se identificaron cuatro inmuebles en la Ciudad y Estado de México relacionados con actividades ilícitas, por lo que se recabaron los datos de prueba suficientes que fueron entregados a un Juez de Control quien otorgó los mandamientos para intervenir los predios”. Actualmente, las propiedades permanecen clausuradas y bajo custodia federal, mientras que la totalidad de los artículos confiscados han sido puestos bajo la tutela del Ministerio Público para profundizar en las indagatorias correspondientes.