En Sonora impera la mala atención y falta de medicamentos para la derechohabiencia, dijo Javier Villarreal
La dirigencia de la CTM en Sonora, acusó que la ineficiencia en la administración de recursos en el IMSS lo tiene sumido en una situación deplorable en Sonora, en donde impera la mala atención y la falta de medicamentos para la derechohabiencia, por lo que exigen una auditoria a fondo y una reingeniería administrativa que eficiente el uso de los recursos.
En rueda de prensa, Javier Villarreal Gámez, dirigente estatal de la CTM, acompañado de Óscar Ortiz Arvayo, dirigente de la Federación Municipal e Isabel Vásquez, secretaria de Bienestar Social, dio a conocer un primer análisis financiero que revela la triste situación del IMSS en Sonora.
Del Informe Anual de actividades de la Delegación Estatal se desprende que Sonora es la quinta entidad federativa con mayor presupuesto en el país, con 37 mil millones de pesos, lo que debería bastar para ofrecer una buena atención, pero resulta que de esos recursos, el 65 por ciento, esto es 24 mil millones 753 mil pesos se destina a pensiones y jubilaciones.
Sumado a esto, el presupuesto destinado para nómina está por el orden de los ocho mil148 millones de pesos, lo que significa que, de cada 10 pesos del presupuesto sin pensiones, actualmente, más de seis pesos se destinan a la nómina; esto deja $2 pesos que se destinan a medicinas y químicos; más de $1 peso se va en subrogaciones (12.5% del presupuesto sin pensiones), y queda mucho menos de $1 peso para el resto de los servicios: operación no General, equipo médico, transportación de pacientes, alimentación, uniformes y ropa de hospital, mantenimiento, administración e infraestructura hospitalaria.
El reclamo en material de atención a la salud comprende tres aspectos principales: el desabasto de medicamentos; las 300 plazas vacantes de médicos especialistas, así como la falta e inoperancia de equipamiento médico.
Por otra parte, comentó que el porcentaje real de recetas surtidas alcanza el 65 por ciento, no el 95 por ciento que presume el Instituto, por lo que se sugiere un sistema que mida la productividad de los especialistas y médicos generales.
Asimismo, solicitan la inmediata subrogación temporal o provisional de consultas con médicos especialistas, así como estudios de diagnóstico y cirugías en hospitales y consultorios privados, para reducir los excesivos tiempos de espera, afectando la salud y la vida de los trabajadores y sus familias.