A pesar de que jugó sin Lionel Messi, el selectivo argentino se impuso por 4-1 a los verdeamarela
Agencias
La Selección Argentina le ganó por 4-1 a Brasil en el estadio Monumental, por la fecha número14 de las Eliminatorias Sudamericanas. Baile absoluto del local, que a los 12 minutos ya ganaba 2-0 ante una Verdeamarela sin ideas y con muchas falencias defensivas.
Argentina protagonizó un primer tiempo de película, con un nivel impecable de juego colectivo.
El mediocampo, con superioridad numérica por la disposición táctica de Brasil, controló el juego por sobre la Verdeamarela y desde ahí se construyeron los tres goles que tuvieron lugar en los 45 minutos iniciales.
Abrió la cuenta Julián Álvarez, amplió Enzo Fernández tras un verdadero golazo donde la tocaron todos, y luego el del Chelsea asistió a Alexis Mac Allister para el tercero. En el medio, una avivada de Cunha, que se la robó al Cuti Romero en una salida, sentenció el 1-2 transitorio.
Naturalmente, la segunda parte se inició con bastante calma, lejos del arranque frenético que había tenido el primer tiempo.
Los de Lionel Scaloni regularon el esfuerzo, pero sin ceder terreno en el campo de juego ante un Brasil que a pesar de haber aplicado tres cambios en el descanso seguía con el mismo problema: no lograba tener el control de la pelota.
El entrenador metió mano y mandó a la cancha a Giuliano Simeone en lugar de Thiago Almada, de buen partido. El hijo del Cholo necesitó apenas tres minutos para romperle el arco a Bento tras un centro al ras de Tagliafico, para así firmar el 4-1. Goleada y fútbol absoluto.
Presentación para la historia de la Selección Argentina, que dejó bien chiquito a su eterno rival y le propinó una goleada que le va a doler de por vida.
Enzo Fernández, con gol y asistencia, fue la gran figura, pero es imposible no destacar por completo a los cuatro que integraron el mediocampo en el inicio: a la ya mencionada labor del ex-River se sumó un De Paul como motor y salida desde abajo, un Alexis Mac Allister punzante en ofensiva con gol incluido, y un Thiago Almada que manejó los hilos de los ataques y, siendo de los nuevos, se mostró muy acoplado al funcionamiento colectivo.
Poquito, muy poquito para remarcar de los comandados por Dorival Júnior, donde apenas se destacó la labor de Cunha y no mucho más. La defensa local borró por completo a un Vinicius, que sólo se dedicó a hablar, y más aún a Rodrygo, quien directamente fue reemplazado en el entretiempo.
Argentina, ya clasificada al Mundial 2026, visitará en la próxima fecha a Chile, mientras tendrá una dura prueba, también como visitante, ante Ecuador